Todavía le quedaba una sorpresa al quinto aniversario de Bergoglio como Papa. Y llegó de la mano de Oscar Ojea, el presidente de la Conferencia Episcopal y obispo de San Isidro, que reveló hoy una carta que Francisco escribió como respuesta a los saludos por sus cinco años. "Rezo todos los días por ese, mi pueblo que tanto quiero. Y a los que puedan sentirse ofendidos por algunos de mis gestos, les pido perdón", dijo el argentino más importante de la historia.
El mensaje llega en un momento de tensión con el Gobierno de Mauricio Macri, por el impulso que este le dio al debate de la despenalización del aborto. El martes 13, fecha del quinto aniversario, el Presidente había hecho público un formal saludo para el Sumo Pontífice. "A las argentinas y argentinos que me expresaron su cercanía en el quinto aniversario de mi elección, quiero hacerles llegar mi afecto y gratitud", dijo ahora el Papa. ¿Se relajará la relación?
La Conferencia Episcopal también anunció que Francisco designó un nuevo nuncio para Argentina. León Kalenga Badikebele, un congoleño de 61 años de edad, va a ser el nuevo encargado de representar al Vaticano en el país.
La carta completa
A las argentinas y argentinos que me expresaron su cercanía en el quinto aniversario de mi elección, quiero hacerles llegar mi afecto y gratitud. Me conmueve descubrir que, además del respetuoso saludo de las autoridades, en esta carta se hayan unido personas de diferentes procedencias religiosas, políticas e ideológicas. Así se confirma que no es imposible encontrar razones para encontrarse y que "la unidad es superior al conflicto".
Quisiera decirles que el amor por mi Patria sigue siendo grande e intenso. Rezo todos los días por ese, mi pueblo que tanto quiero. Y a los que puedan sentirse ofendidos por alguno de mis gestos, les pido perdón. Puedo asegurarles que mi intención es hacer el bien y que a esta edad mis intereses ya tienen poco que ver con mi persona. Pero, aunque Dios me confió una tarea tan importante y Él me ayuda, no me liberó de la fragilidad humana. Por eso puedo equivocarme como todos.
Si alguna vez se alegran por cosas que yo pueda hacer bien, quiero pedirles que las sientan como propias. Ustedes son mi pueblo, el pueblo que me ha formado, me han preparado y me ha ofrecido al servicio de las personas. Aunque ahora no tenemos el gozo de estar juntos en nuestra Argentina, recuerden que el Señor ha llamado a uno de ustedes para llevar un mensaje de fe, de misericordia y de fraternidad a muchos rincones de la tierra".
Pido por todos ustedes, para que sean canales del bien y la belleza, para que puedan hacer su aporte en defensa de la vida y de la justicia, para que siembren paz y fraternidad, para que mejoren el mundo con su trabajo, para que cuiden a los más débiles y compartan a manos llenas todo lo que Dios les ha regalado.
Como siempre, a los que tienen fe les pido que recen por mí y a los que no tienen fe, les ruego que me deseen cosas buenas.
Con cariño de hermano y de padre, Francisco.
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