“Nos conocíamos pero no teníamos un vínculo. Fue a través de Sole que entramos en un enamoramiento total, una conexón medio hermanada, como si siempre hubiésemos estado cerca y no lo supiéramos”. De esta manera sintetizó Vera Spinetta a la relación que la une con Agustina Macri, que cruzó las fronteras laborales. La actriz fue la protagonista de “Soledad”, el primer film dirigido por la hija mayor de Mauricio Macri y, a dos semanas de su estreno, aseguró que buena parte del éxito del trabajo radicó en la buena relación que las unión.
Vera, en diálogo con Billboard, contó que había trabajado con Agustina una sola vez, ella como actriz de reparto y la cineasta como asistente de dirección. Sin embargo, lo que las unió para trabajar en esta oportunidad fue algo menos terrenal que haber compartido set alguna vez: “No creo que me haya elegido para el papel por el physique du role. Es más, no me veo muy parecida físicamente a Soledad desde el vamos. Fue algo más energético, una cuestión intuitiva”, dijo Spinetta sobre la convocatoria.
Durante el rodaje del film, Agustina le recomendó a Vera un profesor para aprender italiano para poder ponerse en la piel de Soledad y, a la vez, Agustina aceptó la sugerencia de su amiga para su coach actoral. “Ella me acompañó muchísimo y me dio libertad como intérprete. Tomó decisiones muy favorables para mi desarrollo del papel”, contó Spinetta y confesó: “Sole, Agustina y yo éramos lo mismo”.
El film cuenta la historia de Soledad Rosas, una joven Barrio Norte devenida en integrante del movimiento “squatters”. Fue acusada por el gobierno italiano de ser una de las terroristas más peligrosas del país y la puso en prisión. Ella, al igual que lo había hecho su novio, se terminó suicidando. Su nombre se convirtió en un mito de la cultura popular anarquista.
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