Friday 29 de March, 2024

POLíTICA | 01-06-2015 12:51

Muerte de Nisman: Un expediente embarrado

El 21 de febrero NOTICIAS adelantaba los agujeros negros en la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman, en su edición impresa. Leé la nota completa.

Una serie de irregularidades empieza a cercar la causa que investiga la muerte del fiscal Natalio Alberto Nisman. Testigos extraños, la posibilidad de una escena de muerte contaminada, lentitud en los procedimientos y en la búsqueda de pruebas. Esos son los principales puntos que la querella, encabezada por la jueza y ex mujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, le cuestiona al expediente que llevan la fiscal Viviana Fein y la jueza Fabiana Palmaghini.

Fue una semana caliente para los investigadores. Un día antes del 18F apareció en escena Natalia Fernández, una testigo que estuvo en el departamento de Le Parc en la noche que apareció muerto el fiscal. Su testimonio ante el diario Clarín, luego ratificado ante la Justicia, puso en duda todo el operativo policial y judicial de recolección de pruebas en la madrugada fatal y complicó la situación de Fein, que había despotricado contra las revelaciones de la joven camarera de 26 años. La testigo dijo que había un clima de risas en el lugar, que los oficiales tomaban mate con medialunas, que le ofrecieron prepararle un café con la cafetera de Nisman y que una de las peritos manoseó el celular del fiscal a pesar de que no había que tocarlo para no alterar las pruebas.

Las palabras de la testigo cayeron bien en la estrategia que lleva adelante la familia de Nisman, que no ve con malos ojos que la causa vaya a parar a los juzgados federales. Aunque no lo digan en público, creen que Fein no está a la altura de las circunstancias.

¿Todo mal? Las irregularidades se multiplican a medida que avanza la investigación. Por eso, el equipo de investigadores y peritos de Arroyo Salgado trabaja contrarreloj para presentar un escrito donde se enumeran todos los errores que se habrían cometido en la instrucción de la causa. El informe estaría listo en pocos días.

Los peritos de la querella, Julio Raffo, Daniel Salcedo y Julio Ravioli, se sorprendieron cuando realizaron una inspección ocular en el departamento de Nisman hace una semana. No podían creer cómo hasta ese momento la policía científica no había utilizado el luminol, una tecnología sencilla y efectiva que permite detectar manchas de sangre que no se ven o que intentaron ser limpiadas y que se utiliza para resolver cientos de homicidios en el mundo. Arroyo Salgado contó sorprendida que ni la Policía Federal ni la Metropolitana contaban con ese equipo.

Uno de los puntos más polémicos de cómo se manejó la recolección de pruebas apunta a manejo del arma Bersa calibre 22 que le quitó la vida al fiscal. En el acta elaborada por los efectivos de la Policía Federal que intervinieron en el operativo se reconocen una serie de errores inexplicables. Una fuente de la investigación le contó a NOTICIAS: “Los efectivos limpiaron la pistola Bersa calibre 22 de la que salió la bala que mató al fiscal antes de guardarla, porque decían que tenía sangre. Eso consta en el acta adjuntada en la causa. O sea, ellos mismos contaminaron todo rastro de ADN que podría haber quedado en el arma”. La querella ya tiene conocimiento del acta y la podría utilizar como una de las pruebas que demostrarían lo mal que se llevó adelante la investigación. Lo que no terminan de interpretar es si ese error fue intencional para embarrar la causa o simplemente fue por ineptitud.

A la limpieza del arma habría que sumarle que existía una infinidad de huellas de pisadas con sangre en el departamento de Le Parc. “Los policías entraban y salían del baño como si nada. No usaron cubrecalzados ni escalones para no contaminar”, contó una fuente de la investigación. Esas palabras fueron corroboradas por un testigo que estuvo presente en el departamento de Nisman y que dio su testimonio ante las cámaras del noticiero de Telefe. El hombre, de profesión carpintero, dijo que vio huellas de sangre en uno de los pasillos.

Le Parc. Arroyo Salgado no puede entender cómo descuidaron la escena de la muerte. Jueza federal, conoce a la perfección los procedimientos que deben llevarse adelante ante la aparición de un cuerpo sin vida. El protocolo dice que en la escena de muerte debe armarse un primer cordón exclusivo para los peritos y el juez. Luego otro delimitado para agentes que están en la investigación y un tercero para familiares y medios de comunicación. La madrugada fatal no se cumplió ninguno. El secretario de Seguridad, Sergio Berni, entró primero autorizado por el juez Manuel De Campos, que en ese momento estaba a cargo de la pesquisa. Además, estaba la madre del fiscal, Sara Garfunkel, y sus custodios. En el acta que elaboró la policía escribieron que en el departamento de Nisman había “varias personas más” y “medios de comunicación” sin especificar de quiénes se trataba.

El porqué del sinfín de irregularidades en el expediente es un verdadero enigma. ¿Por qué se hicieron las cosas mal? ¿Hay ineptitud de la fiscal, la jueza y los investigadores? ¿O acaso existe un plan para ocultar qué fue lo que pasó esa noche? Lo cierto es que detrás del caso vuelve a aparecer la sombra del ex espía todopoderoso, Antonio “Jaime” Stiuso. A pesar de estar fuera de la ex SIDE, su poder de fuego se mantiene y aún cuenta con una amplia red de contactos. ¿Stiuso podría estar en un operativo para embarrar la investigación? Por ahora, esos interrogantes no tienen respuesta.

*Publicada el 21 de febrero de 2015,

edición 1991 de NOTICIAS.

por Nicolás Diana, Pablo Berisso

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