★★ Un nene indio muy pobre y simpático pierde a su hermano en una estación de trenes, se sube a uno desierto y viaja dos días a Calcuta. Pasa las de Caín, termina adoptado por una rica pareja australiana y, 25 años después, decide reencontrar su hogar. Todo está poblado de golpes bajos, de música lacrimosa, de imágenes muchas veces cursis. El niño Sunny Prawar logra que uno se conmueva, pero es nada más un truco fácil. Para llorar a reglamento.
por Leonardo D’Espósito
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