“Lo que se dice de nosotros son casi todas mentiras”, se enoja Nicolás Van Ditmar, el hombre de confianza de Joseph Lewis en la Patagonia y presidente de Hidden Lake, la empresa del magnate inglés, que fue cuestionada por sus emprendimientos en Río Negro. Durante una charla con NOTICIAS en su oficina de Lago Escondido, Van Ditmar calificó de “terroristas” a algunas comunidades mapuches.
Desde sus dos metros mira a los ojos y se expresa con todo el rostro mientras habla con el énfasis de los convencidos. A veces busca la mirada de los directivos de la agencia de comunicación que lo acompañan, y retoma con ojos de hielo.
“Hace tres años comenzaron hechos que se adjudicó un grupo mapuche violento, la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), que son terroristas: quemaron refugios, camiones, maquinaria y el Parque Los Alerces. En Chile este flagelo viene desde hace más de 10 años”, denuncia.
El RAM desconoce a los estados argentinos y chileno. Nació en Chile y aquí los agitan como un fantasma para justificar la represión contra los reclamos de tierras. Por ejemplo, contra la comunidad mapuche de las Huaytekas que frenó por vía judicial su avance sobre terrenos en disputa.
“Yo tengo personal mapuche, un pueblo tranquilo integrado a nuestra sociedad sin problema. Pero hay una rama que los usa, son terroristas”, alerta.
Rechaza haber participado en compras de tierras pese a que figura en una comisión parlamentaria que investigó ventas irregulares de tierras fiscales: “No estoy ni he estado en los negocios de tierras. Me dedico solo a esta empresa”.
Sin embargo integra directorios de cuatro firmas de este rubro: “Cuatro Lagos”, con su hermano Federico y el cónsul esloveno en Bariloche, Robert Eiletz ; “Balcones del Manso”, con su esposa Vanessa Mazza; “NVD Inversiones Inmobiliarias”, con Héctor Vera (director de Pampa Energía), y “DIUNA Inmobiliaria”, con Matar Suhail Ali Alyabhouni Aldhaheri, un magnate de Dubai implicado en los Panamá Papers.
por Alejandro Pairone
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