Apenas fue hallado el cuerpo del hombre joven que apareción en el río Chubut, a escasos 300 metros de la guardia del Pu Lof de la comunidad mapuche de Cushamen, la fiscalía de Esquel solicitó que la autopsia se realice respetando el protocolo de Minnesota, diseñado en 1991 por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los casos de desapariciones forzadas de personas. Ese “Protocolo modelo para investigación legal de ejecuciones extralegales, arbitrarias y sumarias” determina un conjunto de procedimientos que debe seguir la autopsia cuando se sospecha que un fallecido pudo haber sido víctima de una ejecución a manos de fuerzas de seguridad.
Junto con el Protocolo de Estambul (que data del año 1999), sirven de guía para detectar en las autopsias evidencias que indiquen la aplicación de golpes, colgamiento, descargas eléctricas entre otros métodos de tortura así como también si la víctima fue objeto de una ejecución extralegal, arbitraria y sumaria.
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En el caso del cuerpo hallado en el río Chubut, que no pudo ser identificado como perteneciente a Santiago Maldonado por su hermano Sergio, la aplicación del protocolo sería un reaseguro. “Es indispensable que la autopsia sea completa, metódica, sistématica e ilustrativa y que aplique el protocolo de Minnesota -enfatiza Virginia Creimer, Perito jerarquizada en Medicina legal-. Si se trata de Santiago Maldonado no hacer la autopsia siguiendo esas normas va a generar un daño muy importante para determinar cómo, por qué y en qué circunstancias falleció y sucedió luego de su muerte con el cuerpo”.
Hay quienes dirán que la responsabilidad de fuerzas de seguridad en la desaparición de Santiago Maldonado está bajo investigación y no totalmente probada. “En los casos en los cuales encontramos cuerpos sin vida en situaciones llamativas aplicamos siempre el protocolo de Minnesota hasta que se demuestre lo contrario. Porque en definitiva lo que hace es darle mayor rigurosidad a la autopsia, que de este modo es más compleja, siguiendo cada rastro de manera más exhaustiva”, señala la actual directora académica de la Consultora pericial de ciencias forenses con sede en la ciudad de La Plata, y que participó en pericias y reautopsias de casos como los de la muerte de la familia Pomar, el triple crimen de General Rodríguez o el asesinato de Luciano Arruga.
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Claves. “Es sumamente importante que la autopsia realizada después de una muerte controvertida sea minuciosa. La documentación y constancia de las conclusiones de la autopsia deben ser igualmente minuciosas con el fin de permitir el uso significativo de sus resultados. Es importante que haya la menor cantidad de omisiones o discrepancias posibles, ya que
quienes sostengan interpretaciones diferentes de un caso pueden aprovechar todo lo que se interprete como una deficiencia de la investigación”, advierte el texto del protocolo de Minnesota.
Y describe qué deben hacer los médicos forenses que tienen acceso al cadáver en el lugar de la muerte:
a) Fotografiar el cadáver en la forma en que fue hallado y después de haber sido movido.
b) Dejar constancia de la posición y condición del cadáver, incluida su temperatura, lividez y rigidez.
c) Proteger las manos del occiso, por ejemplo, con bolsas de papel.
d) Tomar nota de la temperatura ambiente. En los casos en que se ignore el momento de la muerte, debe dejarse constancia de la temperatura rectal, o se deben recoger los insectos presentes para estudio entomológico forense. El procedimiento aplicable dependerá de la extensión del intervalh) Obtener la identificación del cadáver y otra información pertinente de amigos o parientes.
e) Poner el cadáver en una bolsa apropiada o su equivalente. Conservar esta bolsa una vez que se extraiga el cadáver de ella.
f) Guardar el cadáver en un lugar refrigerado seguro de manera que no se pueda interferir con el cadáver ni con las pruebas. o aparente entre la muerte y la autopsia.
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“Además, y durante todo este tiempo, el cuerpo tendría que haber estado bajo custodia, refrigerado pero no congelado y debería ser trasladado con cadena de custodia. Lo ideal sería que no fuera trasladado por ninguna fuerza de seguridad”, aclara Creimer.
Los procedimientos a seguir en la etapa de la autopsia es aún más detallado, y el protocolo estipula desde cómo y cuándo deben tomarse fotografías del cadáver hasta cuándo hacer radiografías, cómo extraer la vestimenta y qué hacer con ella, cómo observar las lesiones que pueda tener el cuerpo, extraer muestras de tejidos y analizar el estado de la piel. Nada se escapa al protocolo.
Lo que se busca es determinar cómo murió la persona, si fue objeto de tortura, si falleció en el lugar en el que fue encontrado el cadáver o en otro espacio y luego trasladado hacia allí, qué lesiones se pudieron haber producido durante la estadía y movimiento del cuerpo por la corriente del río (en el caso del cuerpo hallado en el Río Chubut).
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Es decir que la autopsia es absolutamente indispensable, sea que se trate del cuerpo de Santiago Maldonado o no. La pregunta es qué se cumplió hasta el momento de todo esto, sobre todo en las primeras 30 horas desde que fue hallado el cuerpo, y teniendo en cuenta que la autopsia recién comenzaría entre la tarde de hoy o la mañana del viernes 20 de octubre.
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