“Le explotó el corazón”, le dijo a "Intrusos" el abogado Fernando Burlando, refiriéndose a Víctor Stinfale, investigado por la Justicia como el verdadero organizador de la Time Warp, en la que murieron cinco jóvenes por consumo de drogas de diseño. Y la versión fue desparramada por todos los medios. “Estoy trabajando en mi oficina en Speed. Solo me hice unos chequeos de rutina. La que está internada es mi mamá”, le aseguró a NOTICIAS el propio Stinfale.
La versión surgió como si se tratara de una consecuencia de la investigación judicial, a pesar de que por el momento son dos los empresarios que están, públicamente, señalados los responsables de la fiesta electrónica de Costa Salguero: el prófugo Adrián “El Pollo” Conci, titular de Dell Producciones, la empresa organizadora del trágico evento y Martín Gontad, conocido como “el rey de la electrónica”, que se definió como asesor de esa productora, sobre quien pesa un pedido de indagatoria.
Estos dos personajes de la noche sólo serían la cara visible de un entramado de sociedades diseñado para manejar el millonario negocio que rodea a la música electrónica. Cuatro importantes dueños de boliches consultados por NOTICIAS, políticos e incluso la propia Justicia apuntan a otra persona definida como “el Señor detrás la fiesta mortal”: Víctor Stinfale, el mediático abogado que defendió desde el “Gordo” Valor hasta Diego Maradona y que, hace unos años, bajó el perfil en el mundo del derecho para meterse de lleno en el de las raves. Sobre todo, luego de sumar a la causa un chat de un grupo de whatsapp en el que aparecen órdenes concretar dadas por una mujer identificada allí como "Erica Victor". Casualmente, Erica se llama la histórica secretaria de Stinfale.
Siempre los mismos. “Todos los caminos conducen a Roma”, dice un conocido refrán. En este caso, “a Energy Group”, la empresa que produce y comercializa las bebidas que monopolizan las fiestas electrónicas: el energizante Speed y el agua Block. La misma empresa que se le adjudica a Stinfale, en la que él reconoce tener su propia oficina y que fue fundada por su ex esposa.
“Dell producciones es de Stinfale. Está a nombre de Conci y Diego Herrera, ambos fueron empleados de Speed y eran relacionistas públicos de diferentes boliches”, aseguró a NOTICIAS el dueño de uno de los locales nocturnos porteños más importantes, quien además afirmó: “Conci fue quien le aconsejó comprar el boliche 'Coyote' de San Miguel, hoy conocido como 'Club Zone'”.
Las coincidencias no son pocas. Energy fue creada por la ex mujer del mediático abogado, Andrea Fasano, y permaneció ahí hasta el 2008. Casualmente, Fasano es, además, socia de Conci en Industrial Beverage Corp, una empresa que produce bebidas energizantes en México.
Dell, además de la Time Warp 2016, se encarga de la explotación de la Creamfields. Ambas licencias, incluida la Moonpark, están en manos de Martín Gontad, director de la productora 2NET y amigo de Stinfale. A esta dupla se les adjudica la propiedad de FM Delta (montada por Gontad), una radio dedicada a difundir la música electrónica y los eventos tecno. Gontad, además, ante el fiscal Delgado, admitió en declaración testimonial tener relación contractual con Dell y estar ligado a la organización de la Time Warp.
En la mira. El fiscal Delgado no es el único que apunta a Stinfale. El legislador porteño Gustavo Vera presentó una denuncia penal contra el abogado de Maradona en la que lo acusa de formar parte de una asociación ilícita junto a Conci y a su ex pareja, Fasano. Por su parte, el diputado por el Frente Renovador, Felipe Solá, aseguró: “Stinfale es uno de los responsables (de la fiesta trágica) y cuenta con presta nombres que se encarga de la organización”.
Stinfale negó todas las acusaciones. “Hace 15 años que soy el abogado de Energy Group, cuyo dueño es Walter Santangelo, un multimillonario que tiene 300 empleados en esta empresa y otros 1.500 en una empresa avícola. Yo le facturo como asesor. Conozco a todos los organizadores de eventos y dueños de boliches. Yo los asesoro porque conozco la movida de la música electrónica. Conmigo cierran las cláusulas de comercialización de Speed, Novecento y Renaissance. Pero los contratos los firman con el dueño, Santangelo. Defendí a narcos importantes y todos, a la larga, terminan presos. Jamás me metería con drogas, las odio”, se defendió Stinfale, el mismo abogado que tiempo atrás había afirmado que por un millón de dólares sería capaz de defender hasta a Hitler.
Por Pablo Berisso y Marcos Teijeiro
Comentarios