Por primera vez en su historia, Uruguay exporta energía eólica a la República Argentina. Ventus marcó un hito: es la primera empresa privada de capitales uruguayos que logra comercializar energía renovable fuera de su territorio nacional.
La empresa es un sueño propio del siglo XXI gestado y parido por un grupo de estudiantes de ingeniería de la Universidad de Montevideo mientras cursaban una materia sobre energías renovables. Actualmente se dedican a construir parques eólicos y solares listos para generar energía. También incluyen todos los servicios que conllevan estos proyectos; desde el desarrollo, la ingeniería, la construcción y operación, así como la comercialización del producto. Ventus ofrece todas las opciones disponibles en el mercado: desde participar en un parque eólico en forma total o parcial, comprar un contrato de energía de largo plazo desde 1.000 megavatios hora (MWh) por año (que representan hasta un 20% por ciento del consumo total), o un proyecto eólico o solar de autoconsumo en predio propio de una compañía.
Esta sociedad formada en 2010 por jóvenes emprendedores hoy desembolsa cantidades significativas en términos de inversión en su país: unos 150 millones de dólares anuales. Ventus opera 72,9 MW de potencia eólica en Uruguay y genera 250.000 MWh por año.
Uruguay es un país que no cuenta con recursos convencionales. No tiene gas ni petróleo bajo su suelo. Fue durante muchos años importador neto de energía hasta que modificó sustancialmente su matriz. Hoy el 98% de la generación total viene de las renovables: hidráulica, solar, eólica y biomasa. En el país vecino se radican decenas de fábricas enteras, que van desde textiles a frigoríficos, cuya alimentación se produce exclusivamente bajo esta modalidad. Es así como Uruguay integra el top 3 de los países del mundo que utilizan estos recursos en mayor proporción. Se trata de un país chico que precisa 1.300 megas para funcionar y que cuenta con 1.700 megas que aportan unicamente fuentes no tradicionales como el sol y los vientos.
Ventus logra exportar energía a la Argentina porque a Uruguay le sobra electricidad. “En Uruguay tenemos más energía que la que el mercado demanda. Los parques están funcionando al 30% de su capacidad”, explica Francis Raquet, director de Ventus.
La Argentina se encamina al cambio de su martiz energética a través de la misma dirección, dado el nuevo escenario en la materia a partir de la implementación de la ley 27.191, de 2015. En 2018 las empresas con una potencia contratada a partir de 300 (kilovatios) kW o más se verán obligadas a saciar al menos un 8% de su demanda energética de fuentes renovables, cifra que va escalando hasta alcanzar un 20% en 2025. La reglamentación de la ley en 2016 estableció un precio fijo a 20 años y la inversión en energías renovables tiene beneficios fiscales: libre importación, devolución del IVA, además de una amortización acelerada de su inversión. La reglamentación para la promoción de la inversión en energías renovables así como las características demográficas y geográficas convierten a la Argentina en un país con un potencial único para la inclusión de energías provenientes de este tipo de fuentes no convencionales.
La propuesta de Ventus para la Argentina es contundente: “Que nuestros clientes bajen los costos de producción”. A nivel local, la generación cuesta 65 o 70 dólares mientras que en el país vecino el costo baja notablemente hasta 25. Con energía renovable, una industria podría abatecerse con un precio que ronda los 50 dólares. “Por eso es un sector que no necesita ningún tipo de subsidio del Estado”, opina Raquet.
Acuerdo
Ventus firmó un contrato en la Argentina con público-privada Compañía Administradora del Mercado Eléctrica Mayorista (Cammesa) por la venta de energía. Se acordaron transacciones por paquetes semanales, de manera de poder exportar en el período de un año 250.000 MWh, lo correspondiente a la potencia instalada de 73 MW distribuidos en ocho parques. Esta energía es suficiente para abastecer a una ciudad de unos 160.000 habitantes. Este convenio es interrumpible para casos en los que se necesite volcar la energía a la red local uruguaya.
Ventus pretende replicar en la Argentina la misma estructura desarrollada en Uruguay, donde se proponen dos tipos de fideicomisos distintos: de administración o financieros. Entre los primeros se agrupan empresas donde cada una es dueña de un aerogenerador y Ventus se ocupa de ejecutar toda la obra. En cambio, en un fideicomiso financiero de oferta privada invierten desde corredores de bolsa hasta personas físicas. Bajo esta modalidad Ventus realizó una emisión de 19,5 millones de dólares, con lo que construyó un parque eólico de 10 MW en Uruguay en 2014. En fideicomisos de administración, las empresas que inviertan pueden autoabastecerse y además vender energía; mientras que en los fideicomisos financieros, los clientes pueden invertir para vender energía a empresas, independientemente de su tamaño.
“Es un orgullo y estamos muy satisfechos de poder concretar por primera vez una venta de energía fuera del país. Este es un hito y un salto importante para nuestra industria de energías renovables, para el país que está impulsando una fuerte apuesta en este ámbito y para nuestra empresa, que con gran esfuerzo ha logrado este hito”, destaca Raquet. Por su parte, Juan Pablo Saltre, CEO de Ventus, pondera el clima proactivo del mercado argentino por la incorporación de las energías renovables: “Existe un interés muy grande por parte de privados y públicos por integrar las renovables a su matriz. Hemos brindado servicios por más de 2,5 GW eólicos y solares en América Latina, y confiamos en poder contribuir desde Ventus al desarrollo renovable de la Argentina”.
Ventus tiene presencia a nivel regional, con oficinas en la Argentina, Bolivia, Colombia, México y Uruguay. Es proveedor de jugadores como Pampa, Aluar, Cargill, YPF, Central Puerto, Albanesi, Impsa (Pescarmona), Pan American Energy. Corporación América (Eurnekian), Siemens Gamesa, Enel, AES e Isolux Corsán.
por Luciana Glezer
Comentarios