"Les voy a mostrar de qué manera, tanto el diario Clarín y el diario La Nación, mienten sistemáticamente para extorsionar y desprestigiar", afirmaba al aire en marzo del 2015 el periodista Eduardo Feinmann. Su defensa acérrima era para quien entonces era su jefe, el empresario K Cristóbal López, titular del Grupo Indalo, ya que los medios contra los que disparaba publicaban denuncias de negocios oscuros con el kirchnerismo del dueño de C5N y Radio 10 (entre otros medios), donde trabajaba en ese momento Feinmann. Algo que hoy, apenas dos años después y en plena discusión del periodismo sobre en qué "Corea" se para cara uno o si existe o no una "Corea del centro, puede parecer extraño. Sobre todo al escuchar las acusaciones que hace el periodista contra el mismo empresario que defendía ciegamente.
Hoy, cuando Feinmann habla de Cristóbal López, acusa al empresario de haber defendido intereses políticos, de improvisado y que usó los medios para robar y estafar al fisco, entre otras tantas acusaciones. Sin embargo, hace poco más de dos años, el mismo periodista señalaba al mismo empresario de "trabajador", de "un hombre de familia trabajadora" que lo que estaba más que claro era que tenía "todo su patrimonio en regla".
"¿Que es lo que le molesta al diario La Nación o al Grupo Clarín, que este Grupo al que pertenecemos crezca, que siga creciendo e invirtiendo en la República Argentina y no se lo lleve afuera?", se preguntaba Feinmann y hasta incluso, prácticamente lo presentaba como un héroe por tener que hacerse cargo de la empresa familiar cuando siendo muy chico tuvo que hacerse cargo de las empresas porque sus padres fallecieron en un accidente de tránsito.
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¿Qué cambió en la opinión de Feinmann desde marzo del 2015 hasta ahora? Porque, en la discusión que se plantea hoy en el periodismo, al ver un tan drástico cambio de postura, lo único que queda por cuestionarse es si no será uno de los tantos que eligen pararse en la "Corea más conveniente".
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