Ya no se le ven las largas piernas, que antes se escapaban de una malla a tono con la moda. Ni los brazos, tapados por una fina camisa blanca. El cuadro de Juan Sebastián Verón, levantando la Copa Libertadores, dejó de adornar la oficina en la municipalidad. Quizás sea la edad –Martín Yeza, el alcalde más joven de la historia de la Provincia, recibió a NOTICIAS al día siguiente de cumplir 32 años–, pero lo cierto es que su imagen es distinta. Él, sin embargo, asegura ser el mismo –aunque extraña viajar– y mantener la misma difícil misión: “Cuatro millones de turistas por año”. Tarea nada fácil para Yeza, que con dos años como intendente logró el insólito récord de mayor permanencia en el cargo de los últimos diez años, donde se sucedieron cinco políticos al frente de la ciudad costera.
Noticias: ¿Cómo se convence a un turista de venir cuando el 90 por ciento del gabinete nacional va a Uruguay?
Yeza: Pinamar se convirtió en playa de políticos en los '90. A mí me tocó vivir esos años acá y no me gustó, había valores que no creo que sean buenos para una ciudad: son buenos como moda en un tiempo determinado, se hizo plata, pero con un modelo que no es sustentable. Si los políticos vienen o no es secundario. ¿Vos me preguntás si me molesta que vayan a Punta? Y no, entiendo que han ido ahí toda la vida.
Noticias: No se lo digo por un motivo de orgullo, sino porque es el lugar de competencia directa de Pinamar.
Yeza: Me molestaría si nunca fueron y empezaran a ir ahora.
Noticias: ¿Pero la función pública no debería cambiar las prioridades?
Yeza: Posiblemente, pero sería peor que vayan a un lugar al que no disfrutan. Son sus vacaciones. Obviamente me gustaría que vacacionaran acá, y se los digo todo el tiempo: “Vengan a Pinamar, aflojen” (risas), y me dicen: “Tengo la banda de toda la vida allá”. Eso lo puedo entender. Quizá no sería tan grave que vengan acá, pero a mí no me molesta. Los vecinos de Pinamar me votaron para que lidere la ciudad y a ellos les vaya bien. Lo de los políticos es más simbólico que otra cosa, y a mí me toca administrar cuestiones concretas.
Noticias: Circuló su nombre como posible candidato en las últimas elecciones. ¿Hasta dónde fue cierto?
Yeza: Era una versión que circulaba adentro del partido. Pregunté y me contestaron con lo que entiendo que es la verdad, que no se sabía. Sí es cierto que Durán Barba y gente influyente del partido estaba pensando en un estilo de candidatos para las elecciones, pero también es cierto que en la política existen los contextos. Parte del cambio era honrar el mandato por el que fui electo. Además, es muy sexy para alguien que hace política ser intendente. Ser diputado… no me imaginaba en una cámara donde el promedio de edad está arriba de los 55 años, con 32 años me resulta más estimulante estar cerca de los problemas. Pero bueno, tampoco sé cómo voy a llegar a los 35 años. También soy parte de un equipo, y si la gobernadora, o el Presidente, me lo planteaban, lo hubiera pensado muy seriamente.
Profeta en su tierra
El fin de año fue movido para Yeza. La oposición no aprobó el Presupuesto que buscaba –se aumentó en sólo un 10 por ciento–, y comenzaron los despidos en el Estado. A eso se le sumó una seguidilla de complicadas denuncias (ver recuadro). Además, el político de Cambiemos tiene un aliado incómodo: su primer concejal es Rafael De Vito, hijo del dueño de la megaempresa pinamarense y una de las principales contratistas del municipio.
Noticias: ¿No hay una contradicción?
Yeza: Sería una contradicción si él integrara el directorio. Así que ilegal no es. Y hay un tema práctico: en Pinamar hay tres o cuatro empresas grandes, y la más grande es De Vito. Hay trabajos que sólo lo hacen ellos. El año pasado tuvimos un problema con el padre del concejal, el FPV lo denunció por robo de arena, y nosotros acompañamos la denuncia junto a su hijo. Eso no es fácil para un hijo. Con De Vito tengo tensiones… él no tiene la mejor opinión sobre mí. Todos los empresarios del país, si los dejás, quieren ganar todo.
Noticias: Parece un Calcaterra en miniatura.
Yeza: Duermo tranquilo. Hay licitaciones transparentes, cuando gana lo hace por tener mejor precio. Si me hubiera equivocado medio centímetro, no habría faltado gente que me hubiera metido una paralítica para destituirme. Soy un ligado a la gobernadora, creo que hay gente del Gobierno que tiene una buena opinión de mí: si alguien quisiera hacer daño, este es un buen lugar para pegarle en el corazón a Cambiemos, y lo asumo con una gran responsabilidad. Si alguno lo razona con algún grado de inteligencia, y cree que no soy un nabo, se da cuenta de que es imposible que trate de chocar la calesita.
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