Una de las tradiciones del adolescente americano medio es el “spring break”, unas cortas vacaciones de primavera como excusa para comportamientos medianamente salvajes. Aquí cuatro chicas deciden financiarse esa fiesta asaltando un comercio. Van presas, pero encuentran a un delincuente divertido que las guía y transforma.
Aquí Harmony Korinne usa una operación compleja: reune a “chicas Disney” (Selena Gómez, Vanessa Hudgens), iconos de inocencia y diversión y las transforma en un reflejo demoníaco de ellas mismas. James Franco, siempre brillante, es el gánster encantador y violento, inocente y perverso. Sí, es una metáfora de los Estados Unidos, o no solamente, porque es más universal. Pero la cámara de Korinne, en medio del vértigo y la aventura, no juzga sino que muestra. Pruebe, que vale la pena.
por Leonardo D’Espósito
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