***** Vaya uno a saber cuánto tiempo seguirán en Netflix las películas de los Monty Python, así que es mejor aprovechar. Este largo realizado con muy poco presupuesto (de ahí el chiste de que cabalgan sin caballos, haciendo ruidos) cuenta la historia del Rey Arturo y sus caballeros. Pero aprovecha para dinamitar lugares comunes de la política, la corrección política, la poesía épica, el mito inglés, la sociedad de consumo, y todo lo que se le ocurra. Hay momentos –el diálogo con campesinos trotskistas hay que darlo en los colegios– donde la risa es sinónimo de una lucidez notable. A eso hay que sumarle un enorme gusto para el diseño y la capacidad de encarnar mil personajes de cada uno de los intérpretes. El final es una de las grandes bromas que ha dado el cine cómico en toda su existencia.
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