***** A los oídos romanos llega la noticia de un “agitador” de nombre Jesús; un soldado es encargado de investigar de qué se trata y su mujer, de paso, se vuelve cristiana. Pero Jesús aparece como un troquelado en medio de un relato político (¿una verdadera revolución se produce por violencia o por convicción?, la pregunta que separa a Barrabás de Judas, aquí socios), uno sobre la diferencia entre lo trascendente y lo terrenal, otro sobre el auténtico sentido de la religión y, sobre todo, una mirada crítica y desde adentro al gran espectáculo “aleccionador” que cundió entonces en Hollywood. Obra maestra de Nicholas Ray, merece volverse a ver fuera de cualquier devoción, con los ojos centrados en el gran conflicto: qué hace el ser humano cuando choca con lo extraordinario, con lo imposible.
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