Uno de los economistas más consultados del ámbito bancario analiza el impacto de una eventual victoria de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones del próximo domingo: “Depende de por cuánto gane. Sería una señal para la inversión real, incluso más que para la financiera, porque se pondría en duda la continuidad de las reformas. La Argentina es muy dependiente del financiamiento externo para cubrir un déficit fiscal rígido y alto. Si se altera el flujo o el costo de ese financiamiento, va a haber que ajustar o tomar crédito en el pequeño mercado interno, con lo que dejaría sin crédito al sector privado. Esto afectaría directo la economía. Si gana por mucho, habrá devaluación y el Gobierno no podrá hacer casi nada”. Otro economista de la banca extranjera advierte que si la ex jefa de Estado se impone por mucho “subiría el riesgo país y quizá debería hacerse un ajuste más profundo que el pensado”.
El diputado y economista de 1País Marco Lavagna alerta que “el actual modelo económico dependiente de la deuda con capitales especulativos externos termina mal porque tarde o temprano se acaba el giro de recursos, pero si gana Cristina en octubre este final se acelera”. Su colega kirchnerista Axel Kicillof comparte parte de la visión: “El problema no es si gana o no CFK sino si (Mauricio) Macri sigue con esta política económica”. Lavagna amplía: “Si la diferencia es muy grande, cosa que no creo, los inversores verán que el resultado es irreversible y las señales serán más negativas. Si triunfa por poco en agosto, puede que parte del flujo de financiamiento externo se retraiga un poco, pero nada raro ocurrirá hasta octubre porque el Banco Central tiene margen de maniobra”. El economista massista descree de quienes menosprecian una victoria kirchnerista acotada a la provincia donde vota el 37% de los argentinos: “Si no fuera importante Buenos Aires, hoy no tendría ruido en los mercados”.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere, dio un encendido discurso anti K en la inauguración de la última exposición de Palermo, pero está confiado en que, aunque se imponga Cristina, “la política económica seguirá igual”. “Va a ser sólo una senadora, que además puede quedar aislada en su bloque”, prevé Etchevehere, que destaca la inversión actual del campo y desestima que dependa de una elección legislativa. No obstante, reconoce que “se necesitan condiciones similares a los países competidores”.
El economista Fabio Rodríguez, de la consultora M&R, opina que “si Cristina gana las PASO, va a haber una ronda de presión devaluatoria más y el Central va a tener que estar en guardia para tratar la volatilidad que tendrá el peso durante los dos meses que vengan hasta octubre, pero sería manejable”.“Si gana en octubre, se va a inclinar más en contra la cancha para trabajar las reformas estructurales que quieren los inversores, como la laboral y la previsional”, agrega Rodríguez. “Puede haber reformas deshilachadas, una economía mediocre hasta 2019, menos mejora social, financiamiento más escaso para obras públicas. La inversión real seguirá alicaída, pero no por culpa de Cristina sino por la falta de sustentabilidad de la política económica de Macri”, razona el economista de M&R.
“Si Cristina gana por poco, no habrá grandes alteraciones en el mercado ni grandes cambios en la economía”, pronostica Luis Dubisky, socio de la consultora First Capital Group. “Esto es malo porque el Gobierno debería acelerar reformas porque la economía está trabada por los altos impuestos y las altas tasas de interés. En cambio, la llegada de capitales especulativos continuará en la medida en que en el exterior no se consigan rendimientos tan altos como los de acá”, añade. La Argentina paga un 7,5% cuando se endeuda, frente al 4,5% de Brasil o Bolivia. Dubisky observa que si el oficialismo pierde Buenos Aires el 13 de agosto, “podría tomar medidas reactivadoras de la economía, pero deberían ser de efecto rápido, y eso es difícil porque hasta ahora se ha mostrado torpe, como cuando sacó pensiones o planteó la reforma jubilatoria en plena campaña”.
La economista Marina Dal Poggetto, del Estudio Bein, opina que “un triunfo de Cristina puede afectar el tipo de cambio y los precios de las acciones y bonos, pero después se analizará el resultado nacional y quizá se vea que, al igual que Carlos Menem en 2003, ella tampoco puede ganar un ballotage en 2019”. Dal Poggetto concluye: “Hay un exceso de pesimismo sobre el futuro de las reformas si gana CFK y hay un exceso de optimismo si gana (Esteban) Bullrich”. Mariano Sardans, CEO de la gerenciadora de patrimonio FDI, desestima un colapso financiero el 14 de agosto: “El mercado ya descuenta el triunfo de Cristina. El humor inversor se mantendría como ahora, pero hay empresarios invirtiendo en la economía real para bajar sus costos, porque ahora deben competir”. Por el contrario, el economista Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica, opina que, aunque Cristina tenga pocas posibilidades de volver a presidir la Argentina, un triunfo suyo “va a hacer mucho ruido para destrabar leyes que se necesitan, y además Massa coquetea con medidas de demagogia pura”.
El diputado y economista de Cambiemos Eduardo Amadeo sostiene que “Cristina puede ganar por poco en la provincia, pero no en el país”. “Los que especulen con la idea de Cristina ganando van a perder plata. El dólar no sólo depende de la contienda en la provincia sino del resultado nacional. La reforma impositiva será consensuada porque la necesitan los gobernadores. Ellos también serán los principales aliados para la reforma educativa y la judicial. Hay que desdramatizar la reforma previsional: hay un comité de notables analizándola. Y la reforma laboral seguirá la senda de acuerdos de productividad que venimos firmando para beneficio de los empresarios, los trabajadores y los consumidores”, argumenta Amadeo.
“Si en las semanas posteriores a una victoria de Cristina en las PASO aparecen encuestas que anticipan que Bullrich puede darlo vuelta en octubre, se tranquilazará el dólar”, vaticina el economista Rodríguez.
por Alejandro Rebossio, Juan Luis González
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