Friday 19 de April, 2024

OPINIóN | 14-05-2015 17:49

Rápido y furioso

La mirada argentina del inapelable líder Kim Jong-un.

Tiene problemas de peso y de rodilla. Debe controlar sus ingestas y hábitos, ya que su padre murió por una afección cardíaca. Es un treintañero cuyo poder reside en su apellido y en el parecido físico con su antecesor. Fue un estudiante deslucido, más interesado en los videojuegos y el fútbol que en la educación formal. Casado, un hijo. Ejerce el poder con una desconfianza extrema, especialmente respecto de su círculo más próximo, al que disciplina mediante castigos ejemplificadores. Cree en el control total de la prensa, basado en una red obediente de medios estatales que elaboran día a día el relato de gobierno a partir de la mistificación de los personajes clave de la dinastía que controla el país. Aunque se mete mucho en la conducción económica de la nación, su perspectiva de estadista tiene una matriz militar. Y su visión geopolítica no le huye al aislamiento internacional, como gran aglutinador popular interno. Lejos, muy lejos, de la realidad argentina, el líder norcoreano Kim Jong-un vuelve a ser noticia en el mundo por su exuberante prontuario de fusilador serial de ministros, consejeros y artistas perezosos a la hora de aplaudir cualquier cosa que sea oficial. Comparado con los liderazgos democráticos, el suyo es más taquillero ante las impacientes audiencias de las redes digitales. Un misil, un click: la macabra fórmula del éxito autoritario.

*Editor Ejecutivo de NOTICIAS.

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por Silvio Santamarina*

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