Entre sus múltiples encuentros multilaterales en Argentina, el presidente de Francia, François Hollande, se dio el gusto de patear una pelota en la Bombonera junto a su par Mauricio Macri, y hasta de intercambiar con él camisetas de sus respectivas selecciones.
No es el primer mandatario extranjero que disfruta de una visita a la cancha de Boca. El martes de la la semana pasada le tocó a Matteo Renzi, primer ministro de Italia, hincha de la Fiorentina. Fue recibido por Daniel Angelici, presidente del club y operador todo terreno de Mauricio Macri en las sombras, tal como publicó NOTICIAS en su edición del 12 de febrero.
Para la próxima visita de Estado programada para el 24 y 25 de marzo de 2016 por parte de Barack Obama, presidente de Estados Unidos, posiblemente se esté planeando en que pose con la camiseta xeneize. Obama es aficionado del equipo británico West Ham United.
No sólo Argentina ha usado el fútbol como herramienta política, social y diplomática: hay otros ejemplos en América Latina.
Uruguay ha tenido a dos presidentes que emergieron del mundo del fútbol. Julio María Sanguinetti, quien gobernó en los períodos 1985 -1990, y 1995 – 2000, estuvo a cargo de Peñarol bajo la dictadura de Juan María Bordaberry Arocena, entre 1973 y 1976, y actualmente es presidente honorario de ese equipo. El actual presidente, Tabaré Vázquez, asumió en 1979 como presidente de Progreso. En esa misma temporada su equipo salió campeón de la B. Así llevó más de 11 mil personas al Estadio Centenario y realizó luego un festejo popular por todo Montevideo, en tiempos de gobierno militar. El exitoso ciclo de Vázquez en Progreso, que en esa década pasó de la B a la A y clasificó a la Libertadores 1987, concluyó en 1989, cuando se abocó a la campaña electoral para ganar la Intendencia de Montevideo. Se llevó un triunfo.
Chile también tuvo un presidente de las filas del futbol. Sebastián Piñera, cuando asumió el poder en 2010, contaba con 13.77% de las acciones de Blanco y Negro S.A., una empresa que controlaba el club de fútbol de Colo Colo, por lo que tuvo que vender y dejar atrás cualquier vínculo con la pelota. Piñera colgó una fotografía en su cuenta de Twitter a los pocos minutos de conocer el triunfo Mauricio Macri. Ambos presumían camisetas de Boca y Colo Colo.
Paraguay es gobernado por Horacio Cartes, quien en 2001 asumió como presidente del Club Libertad, y durante su mandato obtuvo un tetracampeonato y llegó a las semifinales de la Copa Libertadores de América en 2006. “Con el presidente Cartes tengo una muy buena relación. Él me vendió al arquero (Aldo) Bobadilla cuando estaba como presidente de Libertad y yo de Boca”, recordó Mauricio Macri, en su primera rueda de prensa ya como presidente electo de Argentina.
Quien visite Buenos Aires será llevado a sacarse una selfie y patear una pelota a la Bombonera, donde el actual presidente argentino dio sus primeros pasos en política.
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