Horacio Rosatti, el flamante ministro de la Corte Suprema de Justicia, comenzó a enviar señales antes de su asunción del miércoles 29 de junio. Uno de esos gestos fue la designación de la ex secretaria del fallecido fiscal Alberto Nisman, como integrante de su vocalía. Se trata de Soledad Castro, quien fue una de las últimas personas en ver a Nisman vivo, la tarde del viernes 16 de enero del 2015, cuando le llevó un sobre con documentación a su departamento del complejo Le Parc en Puerto Madero. Castro no era una secretaria más del fiscal, fue una de las redactoras de la denuncia contra la ex presidenta Cristina Kirchner y el ex canciller Héctor Timerman. Integraba el reducido equipo que desde julio del 2013 comenzó a elaborar la denuncia que sostenía que CFK había pergeñado un plan criminal para encubrir el atentado contra la embajada de la AMIA.
Desde el entorno de Rosatti explican que Castro fue seleccionada entre una serie de aspirantes que buscaban integrar el equipo de académicos que asesorarán al nuevo juez de la Corte en diversas temáticas. La especialidad de la ex secretaria de Nisman es el derecho penal y el terrorismo. De hecho, cuando ingresó a trabajar a la fiscalía especial que investiga el atentado de la AMIA en febrero del 2009 fue porque Nisman había leído un trabajo sobre terrorismo que Castro había realizado. Luego de una entrevista, la contrataron como prosecretaria. Previo a eso había trabajado en un juzgado correccional. Un dato insólito: una de las personas que recomendó a Castro para trabajar en la UFI AMIA fue el juez Daniel Rafecas, quien a principios de marzo del 2015 desestimó la denuncia de Nisman que ella había ayudado a redactar. El cargo que ejercerá será el de secretaria letrada y asesorará a Rosatti en temas penales. Desde el entorno del juez también afirmaron que se especializa en violencia infantil.
COMPETENCIA. Una de las primeras resoluciones importantes de la Corte de la que participará Rosatti será por la causa que investiga la muerte de Nisman, encaminada a convertirse en un expediente fantasma que deambula por diferentes juzgados sin mayores avances. Luego de que la Cámara de Casación decidiera retirar la causa del fuero federal y devolverla al fuero ordinario, las querellas presentarán un recurso extraordinario ante la Corte para que el máximo tribunal defina la competencia. Allí tendrán a una mujer experta en Nisman. A los abogados de Diego Lagomarsino, el experto en informática que le prestó el arma al fiscal, no les gusta esto.
La llegada de Rosatti a la Corte será un coto al poder del presidente del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti. Salvando las distancias, y ante el cambio del clima político, en el cuarto piso del palacio de Tribunales comparan la situación con la que existía con Zaffaroni. Prefieren llevar adelante una relación diplomática y evitar conflictos. En el mundillo judicial ya se especula con que en el 2018 Rosatti quiera presidir la Corte. La carrera comenzó el día de la jura.
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