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SOCIEDAD | 13-01-2017 00:00

Verano difícil para Valeria Mazza: peleó con Pancho Dotto y reconstruyó su parador

Peleas públicas, parador arrasado por un temporal y saqueo. Operativo reciclaje.

Las malas rachas son comunes, pero hay que pasarlas. De eso puede hablar Valeria Mazza, quien desde hace un tiempo viene acumulando más de un dolor de cabeza. Primero fue la insólita pelea con Pancho Dotto, ex manager y ex amigo que arremetió contra ella y su marido, Alejandro Gravier, al acusarlos de quedarse con contratos que habrían firmado juntos. Después se sumó otra complejidad: la destrucción total del parador “Selenza, club de mar” que desde 2012 el matrimonio posee en Manantiales, Punta del Este, en sociedad con un empresario español.

El temporal que azotó a toda la zona en septiembre pasado con fuertes vientos de más de 115 kilómetros por hora derrumbó íntegra la estructura de madera del lugar, uno de los más top de la temporada veraniega. Como si esto fuera poco, la marea alta “se llevó el mobiliario” y “equipamiento de cocina”, según pudo precisar el administrador del parador, quien indicó que las pérdidas fueron completas y ascendieron a cientos de miles de dólares.

Según detallaron a esta revista, la construcción se hizo otra vez desde cero porque los daños fueron tan extremos que no se pudo salvar nada de la estructura anterior.

“La destrucción del parador fue total, alguna que otra madera se rescató pero más que eso no”, señaló Pablo Alves, el constructor que estuvo a cargo de la optimización del espacio. Y añadió: “Eso pasa porque estaba muy expuesto, muy cerca del agua y ya lo habíamos acomodado como cuatro veces, le hacíamos protección de arena para que el agua no lo golpeara, pero con el último temporal no tuvimos suerte”.

Destrozado y saqueado

La odisea no termina ahí. Según testigos, varios curiosos que se acercaron al km 164 de la Ruta 10 vieron naufragar por la costa diferentes objetos y no tardaron en adueñarse de ellos. Con la excusa de que existen tradiciones que indican que lo que el mar se lleva y devuelve ya no tiene dueños, muchos se llevaron desde electrodomésticos hasta bebidas que la corriente arrastraba de un lado a otro. Otros aprovecharon directamente para desvalijar lo poco que quedaba dentro del lugar.

La propiedad volvió a abrir sus puertas después de las fiestas, pero tuvo que montarse de cero en una zona más resguardada. “Está situado a 50 metros del sitio anterior, en un lugar más protegido. Es similar al de otros años en cuanto a dimensiones y calidad estética”, señala la modelo. Y agrega: “Quedó muy bueno y este año inauguramos un spa único en Punta del Este”.

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