★★★1/2 En la era de las franquicias y las serializaciones cinematográficas, de los tanques que cuentan muchas cosas para seguir contando en la película siguiente, de los films que duran más de dos horas, era esperable una quinta “Piratas del Caribe”. El crítico en estos casos tiende a evaluar la serie porque todo refiere a lo anterior, incluso si se puede empezar por acá a penetrar el universo de Jack Sparrow y compañía. Es el caso: entre la cuarta entrega y esta, pasaron Marvel y, sobre todo, “Guardianes de la Galaxia” (la primera), lo que enseñó a quienes producen estas serializaciones a considerar el humor y los sentimientos de los personajes (algo que sí, estaba en las tres primeras “Piratas...”, pero que terminó en una hipertrofia algo oscura e informe). Aquí vuelve el espíritu aventurero de la primera, casi todos los personajes, las secuencias a lo Buster Keaton y un buen villano. Debería alcanzar con eso para pasarla bien, aunque uno (usted también, no crea) le pide al cine algo más, le pide que forje memoria, que nos acompañe. Ese es el sentido de ese enorme payaso que es Johnny Depp, y aquí, retomando a su pirata disoluto y arlequín, le da vida a lo que sería no más que un compendio de recetas dispuesto de manera profesional, un cine de pura ingeniería. El resto del elenco (sobre todo Bardem, que entiende el juego) acompaña con talento (atención a Scodelario). Pero el film es Depp.
por Leonardo D’Espósito
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