La presencia vasca en las Filipinas fue una constante desde antes de la conquista. Fue un vasco, Miguel López de Legazpi, quien fundó la capital, Manila, donde todavía abundan calles con nombres de raíz euskera. Allí vive aún la familia Aboitiz, una de las más influyentes del país, cuyas diversas generaciones se desperdigaron por el mundo. Uno de ellos, Shanti –probablemente Xanti en su origen–, resultó cocinero y aterrizó en Buenos Aires, lugar donde vivió de pequeño, antes de partir a Barcelona, Colorado (USA) y Uruguay, entre otros. Como era de esperarse, su bodegón porteño es poco convencional.
Lekeitio –el nombre del pueblo pesquero del tatarabuelo de Shanti en el País Vasco–, tiene una onda tipo industrial, con graffitis y composiciones de cuadros de distintos tamaños. A veces se toca jazz y se habilita la parrilla en el patio, donde hacen carne o pescado, según el día. Lo tradicional es tapear y para ello hay una buena selección de gin tonics, negronis, cervezas, sidra, vinos y patxarán, un licor de frutos rojos que se toma en un copón puro con hielo. Como raciones: tortilla de papas, ya convertida en clásico del lugar, croquetas de pescado, pasta de ajo blanco y almendras con uvas y anchoas y más. El postre obligado es la tarta vasca, rellena con fina crema pastelera y coulis de naranja.
La carta tiene mucho de tradición vasca, con una interesante cruza filipino-oriental y por supuesto, argentina. Conviven una vasquísima pesca a la vizcaína (sobre coulis de pimientos, con papa a la sidra, jamón serrano y tapenade), un solomillo de cerdo con pasta de maní de clara influencia oriental, y una señora milanesa, argentina pero no tanto, ya que se trata de un ojo de bife marinado en mostaza y hierbas rebozado con panko. Los domingos al mediodía, como en España, hay paella.
Lekeitio tomó dos costumbres a imitar del Primer Mundo: no cobran el agua (sirven agua de filtro apenas uno se sienta a la mesa y lo siguen haciendo durante la comida) y no cobran cubierto.
Santos Dumont 4056, Chacarita. 115629-3312. Cocina vasco/oriental. De lunes a viernes de 12 a 15. Martes a jueves de 20 a 24. Sábado y domingo de 12 a 24. Tarjetas. Parrijazz: $ 140. Precio promedio a la carta: $ 350.
por Cayetana Vidal Buzzi
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