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SOCIEDAD | 10-06-2018 02:13

Reality Rial: hiperexposición familiar

El drama del conductor y su hija, que no puede dejar de ventilar su vida privada. El riesgo de dirimir la intimidad en las redes.

Amenazas, acusaciones, insultos, un amor prohibido y agresiones. Morena Rial convirtió su vida en un culebrón. La joven de 19 años se volvió la protagonista de una novela que nada tiene que envidiarles a las series turcas que arrasan el rating. Desde su cuenta de Instagram, la hija mayor de Jorge no sólo ventiló intimidades familiares y secretos sobre el conductor de “Intrusos”, sino que estableció un frente de batalla que, según ella, se volvió irreconciliable. Tanto que llegó a asegurar que Rial ya no es su padre. Jorge sufrió en carne propia la situación ya que aunque reapareció en Intrusos, volvió a ausentarse el resto de la semana aduciendo no estar bien.

Morena se convirtió en la abanderada de la guerra contra su padre. Provista con sus posteos en redes sociales, disparó munición pesada contra “el Intruso”, y encontró algunos aliados que aprovecharon para sumarse al ataque. Pero además de ventilar una interna familiar, la joven dejó en evidencia un clima propio de esta época: la sobreexposición de la vida privada en las redes sociales. En un afán por hacer escuchar su voz, Morena se volvió un fenómeno viral que incluso obligó a que su padre dedicara tiempo de su programa a responderle. Desde la trinchera virtual, Morena hizo de su vida privada un show a tiempo completo.

“Me ven, luego existo”. Así redefinió el sociólogo polaco Zygmunt Bauman al tradicional planteamiento filosófico de René Descartes, “Pienso luego existo”. Para Bauman, en la actual sociedad de consumo ya no existen los conceptos de derecho al secreto, privacidad o intimidad y no hay diferencia entre lo público y privado, imprimiéndole al ser humano la necesidad de exponerse, pues el ser visto y reconocido es sinónimo de éxito. Así, cuanto más íntimo y escandaloso sea lo publicado, más atractivas y exitosas serán las visualizaciones. Morena Rial hizo carne este precepto de la posmodernidad o “modernidad líquida”.

A sus 19 años, convirtió su vida en un reality show. “Uno de los motivos por lo que hizo todo esto es porque quería llamar la atención y recibir el cariño y apoyo que nunca tuvo del padre”, se sincera alguien cercano a la joven, quien reconoce que More siguió embistiendo al descubrir que generaba repercusión. “Habla de los cientos de miles de personas que vieron la 'storie' de Instagram y eso es lo que le gusta. Vive diciendo: 'Me lo levantaron de tal y cual medio'”, asegura la misma fuente. Otro allegado a la intimidad de los Rial coincide: “No para de reírse de que es 'trending topic' en Twitter y de que es más mencionada que Jorge”, dice. Siendo reconocida, More se siente parte.

“Los adolescentes buscan siempre la aprobación de sus pares y necesitan mucho más de la mirada del otro”, apunta la psicóloga y directora del centro especializado en adicción a internet Reconectarse, Laura Jurkowski. Para la experta, los famosos encuentran satisfacción en la exposición y aumenta su autoestima.

More logró que todos hablaran de ella, le gustó y la motivó a seguir. “Es una chica inocentona (sic) que no tiene muchas amigas ni entorno y que con esto se fanatizó. Pone algo en las redes y 'explota' y eso le encanta. Pero no sé si se da cuenta del todo lo que está haciendo y generando”, aseguran en su entorno. Según cuentan quienes la conocen de cerca, a pesar de que vive sola, Morena sigue siendo muy infantil.

Vidriera. El 15 de mayo More destapó la olla menos pensada. “Quien riendo la hace, ¡llorando la paga!”, comenzó escribiendo la joven en el primer posteo de Instagram, para luego despacharse con un extenso texto en el que atacó fuertemente a Rial. La pelea familiar se volvió pública. More entonces arrancó con una catarsis virtual. Todo en Instagram, para que todos lo puedan ver.

“Estamos atravesando un momento donde los conceptos de intimidad y privacidad están en crisis. Las redes sociales y las herramientas digitales posibilitan que el ámbito de lo que antes creíamos que era privado, potencialmente tiene alcance en todo el planeta. Entonces, una crisis de una adolescente o joven, toma otra repercusión porque ahora todos lo estamos viviendo como una suerte de reality show”, detalló a NOTICIAS el filósofo y especialista en redes sociales, Tomás Balmaceda.

Así, More hizo pública una cuestión que pertenecía a la esfera privada. “Es todo por plata. Porque ella quiso sacar al suegro de la cárcel. Cuando Jorge se entera de que ella estaba usando la plata para ayudar al novio, le empezó a poner trabas económicas”, asegura un allegado a More. Otro conocido de la familia explica que además de lo que Rial considera un “mal entorno” para su hija existen otros dos detonantes de este culebrón: que él la haya “bajado” del “Bailando” y que ella esté interesada en rastrear y conocer a sus padres biológicos. “Jorge no quiere que avance con ese tema”, explican.

Desde su inconsciencia juvenil, expuso la intimidad del clan Rial. “A diferencia de nuestra adolescencia, donde nos escuchaban tal vez nuestros vecinos, ahora hay un testimonio que está en internet, y que no olvida”, apunta Balmaceda. Así, hoy todos podemos acceder a la vida íntima de la familia Rial a través de la saga de posteos.

La disputa familiar que podría haber permanecido en la intimidad fue exhibida rápidamente por More, quien se erigió como guionista y anuncia, día a día, nuevos capítulos para seguir ventilando situaciones. Incluso fueron apareciendo nuevos personajes que se sumaron a la trama. Rocío, la hermana, se alineó con su padre. Facundo, novio de Morena, aportó lo suyo. Jorge Rial, minimizó el hecho pero luego, a través de las redes sociales, aseguró ser víctima de extorsión.

A Morena poco le importó y a pesar de un tímido pedido de disculpas, volvió a la carga. Sus ataques estaban todos guionados. “Me ofreció ser una especie de community manager. Me dijo: 'No sé escribir, no se me ocurre qué poner. Entonces yo la ayudaba”, reconoció a NOTICIAS Matías Attem, un ex participante de “Cuestión de peso”, apuntado por Rial como el instigador de todo.

Morena, quien se refiere a su padre como “Jorge” y asegura que ya no es su “papá”, arrasó con todo. No sólo cortó relación con su familia, sino que amenaza con seguir sumando escabrosos capítulos. “Hay una particularidad en su caso y es que su padre también trabajó e hizo una carrera de hablar de la vida privada. Y, a la vez, la expuso y quedó su vida privada en el ojo público”, apunta Balmaceda. De esto se aprovecha More, quien entre su enojo y su inocencia se convirtió en la guionista de una novela que cuenta su propia vida. Y lo que es peor: la de su padre.

por Daniela Bianco, Marcos Teijeiro

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