Pareciera que el aumento del 46% de la asignación universal por hijo (AUH) resulta insuficiente. Quizás porque la mayoría de sus beneficiarios se encuentra con que se les complica conseguir changas y otros trabajos informales con los que suelen complementar ese ingreso.
Por eso, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, celebró que la semana pasada las grandes farmacéuticas nacionales le presentaran un programa llamado Medicamentos de Primer Nivel (MPN), por el que darán descuentos en remedios de entre el 40% y el 70% a los receptores de la AUH que se presenten en las farmacias con la receta médica correspondiente.
Stanley les agradeció y les comentó que el Gobierno está negociando que los supermercados descuenten un 10% en alimentos a los beneficiarios de la asignación. La rebaja debería correr por cuenta de las empresas, así como sucede con los remedios. El Estado se niega a poner más dinero. De hecho, este año el gobierno de Mauricio Macri eliminó el descuento del 15% del IVA que aplicaba desde 2016 a los jubilados y beneficiarios de la AUH.
Para recibir los descuentos en remedios, los que perciben la asignación deben mostrar su libreta. Deberán abonar 20 pesos por cada receta, aunque podrán bonificarse. Podrán pagar en efectivo. Se limitará las rebajas a las compras que necesite cada paciente.
No sólo adhirieron los grandes laboratorios de la cámara CILFA sino también los de especialidades medicinales Cooperala. Quizá se sume alguno extranjero. No es la primera vez que en tiempos de crisis aplican descuentos voluntarios. No sólo se trata de responsabilidad social empresaria. También una reacción frente a las críticas que vienen recibiendo del gobierno de Macri desde sus inicios, por precios y supuesta cartelización.
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