Roberto Lavagna fue el primero en hacerse presente ayer para realizar la prueba de sonido y luces en su atril en el escenario de la Universidad del Litoral. Vestía remera, camisa celeste y saco azul, a pesar del intenso calor. “Vinimos antes porque recibimos una invitación del gobernador (Miguel) Lifschitz”, precisó el ex ministro de economía y candidato presidente por Consenso 19, que se cruzó cordialmente con su rival Nicolás del Caño (FIT) cuando salía del ensayo.
Durante la tarde descansó en su habitación del InterTower, que está a solo siete cuadras de la sede elegida para el debate (es el que más cerca está). Y por la noche compartió un asado en casa del gobernador santafesino, que hizo de anfitrión para la comitiva que acompañó a Lavagna: su hijo Marco, Carlos Hourbeigt, Armando Torres (jefe de campaña de Lavagna), y Alejandro “Topo” Rodríguez (candidato a diputado por Consenso Federal).
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Con ellos el candidato había repasado el viernes, en sus oficinas de la calle Paraguay, los temas que se tratarán en los cuatro items dispuestos por la organización del debate. Sus equipo de campaña insisten en que no hay “ningún tipo de coaching”. Que solo es un pinpong de temas y datos. Y que tampoco se le apuntaron -ni recurrirá- a “chicanas” contra sus contrincantes. “Roberto se va a concentrar en expresar su visión de cada área temática”, prometen.
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En el equipo del ex ministro de Economía consideran que la clave está en demostrar su solvencia argumental, y pisar fuerte en el bloque económico (el segundo del debate), donde insistirá en su experiencia positiva en la salida de la crisis del 2001-2002: su trabajo para lograr el canje de la deuda y la salida del default.
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En las últimas horas, el equipo se reforzó con la llegada de su compañero de fórmula Juan Manuel Urtubey, el candidato a gobernador de Consenso Federal, Eduardo “Bali” Bucca, y el candidato a jefe de gobierno porteño y Matías Tombolini (que será uno de lo voceros en la previa del debate). El coordinador de los equipos técnicos de Consenso 19, Leonardo Madcur, y el vocero del ex ministro completan el equipo del Lavagna.
“Muchas de las propuestas de Roberto Lavagna han sido tomadas tanto por Mauricio Macri como por Alberto Fernández: creo que ha contribuido a un entendimiento mayor entre los argentinos, fue el primero que habló del problema de la grieta, el que planteó la necesidad de renegociar con el FMI, el primero que dijo que la devaluación post PASO llevaba a un shock de inflación que ponía en riesgo la comida de muchos argentinos. Me parece que hay muchas de las cosas que dijimos en campaña que hacen un aporte al país. Esa percepción de que Macri podía ganar ya no existe, pensamos recibir muchísimos votos de ex votantes de Macri como de Fernández”, marcó en la previa Carlos Hourbeigt, gestor y armador político de la campaña de Roberto Lavagna.
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“Lo que tiene que hacer el gobierno que asuma el 10 de diciembre es poner la economía en marcha. Se logra cambiando la lógica de las condiciones. Es evidente que el ajuste permanente es un círculo vicioso. La mejor manera de pagar las cuentas es con una economía que esté creciendo. Es una falacia que cuando un país decrece, automáticamente tiene las condiciones dadas para volver a crecer, el ejemplo de Grecia y Brasil no lo avala”, agregó.
“Roberto Lavagna tiene la mejor imagen entre los principales dirigentes de Argentina. El diferencial de imagen positiva sobre negativa es el más alto, según la Encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública, de la Universidad de San Andrés”, aportó el “Topo” Rodríguez en su cuenta de Twitter, haciendo referencia a datos de principios de octubre de 2019.
“Roberto está sereno. Es su forma de ser y será la imagen que transmita. Su solvencia es la que lo acompañó para enfrentar temas delicados como esa crisis”, explicaron en el búnker de campaña del economista.
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