Wednesday 4 de December, 2024

MUNDO | 03-03-2022 15:10

Filosofía Putin: "si una pelea es inevitable hay que dar el primer puñetazo”

Víctima del bullying en su infancia se abrió camino a los golpes. Presume de ser cinturón negro de judo y su experiencia en el KGB.

Masha Gessen, autora de “El hombre sin rostro: El improbable ascenso de Vladimir Putin”, contó: “Los padres de Putin trabajaban casi todo el día, su madre en varios trabajos no calificados, su padre en una fábrica. Fue dejado a su suerte. Pasaba el rato en el patio con otros niños”.

Su ex maestra de escuela, Vera Dmitrievna Gurevich, reflejó: “No había agua caliente, ni bañera. Y hacía un frío horrible”. Su madre casi muere de hambre, y el joven Vladimir era flacucho y pequeño. “A menudo lo molestaban y acosaban hasta que comenzó a estudiar Sambo, una versión de las artes marciales, y luego cambió a Judo para poder competir”, escribió Gessen.

Putin es ahora cinturón negro, y le gusta que el mundo lo sepa. Algunos incluso se refieren a su círculo íntimo como una "judocracia". Putin reflexionaba en 2015: “Hace 50 años, la calle de Leningrado me enseñó una regla: si una pelea es inevitable hay que dar el primer puñetazo”.

"Es rudimentario, y muy ambicioso. Muy codicioso", lo pintó Gessen. Los padres sustitutos de Putin alimentaron esa codicia. Presumía de tener cosas que su padre nunca había conseguido: un reloj de pulsera cuando era adolescente, un automóvil cuando se convirtió en estudiante de derecho en la Universidad Estatal de Leningrado, donde sumó un doctorado en economía.

Pero según el propio sitio web del Kremlin, Putin quería trabajar en inteligencia, "incluso antes de terminar la escuela". Se ofreció como voluntario a los 16 años, y fue elegido entre más de cien estudiantes para el KGB. Pavel Koshelev, compañero de clases en la universidad reflejó: “Diría que su rasgo más destacado fue su espíritu de lucha y su fuerte voluntad para lograr sus objetivos”.

A fines de la década de 1980, Putin fue destinado a Dresde, en Alemania Oriental, para trabajar en contraespionaje. Y tras el colapso de la Unión Soviética, ascendió hasta convertirse en el jefe del sucesor de el KGB, el FSB, y luego en el sucesor de Boris Yeltsin cuando renunció en 1999. Putin aseguró que su carrera en la KGB lo preparó para la presidencia, y que aplica esa disciplina aun hoy.

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Maximiliano Sardi

Maximiliano Sardi

Editor de Internacionales.

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