Irán lanzó docenas de aviones no tripulados hacia Israel este sábado, un ataque que se desencadena después de días de tensión aguda en la región y advertencias de Estados Unidos y otros lugares sobre el estallido de un conflicto más amplio. El almirante Daniel Hagari, portavoz militar israelí, dijo que sus enemigos emprendieron una nueva ofensiva, el primer ataque directo de la República Islámica contra el Estado judío, un acontecimiento que coloca a los dos países al borde de un conflicto total después de más de una década de guerra en la sombra y tensión creciente, y seis meses después de la guerra de Israel en Gaza tras la Ataque de Hamás en octubre.
En un comunicado, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán dijo que también había lanzado misiles contra “objetivos específicos” en Israel como parte de lo que consideró “Operación Promesa Verdadera”. La televisión israelí informó que se había disparado más de 100 drones y misiles, e Irán confirmó más tarde que había disparado una “primera ola” de misiles balísticos.
Joe Biden regresó apresuradamente de su fin de semana a Delaware a Washington “para consultar con su equipo de seguridad nacional sobre los acontecimientos en el Oriente Medio". El mundo árabe esperaba desde hacía días la respuesta iraní al asesinato de su máximo general por parte de Israel: el ataque del 1 de abril contra un edificio diplomático iraní en la capital siria de Damasco, en el que murió el general Mohammad Reza Zahedi. Jordania dijo que estaba dispuesta a derribar cualquier avión o dron iraní que violara su espacio aéreo; el Líbano hizo lo mismo; mientras que Egipto pidió la “máxima moderación” para evitar más guerras e inestabilidad en Oriente Medio.
Biden hizo público en la semana que Israel no había compartido sus intenciones con Estados Unidos, y marcó la influencia de Estados Unidos sobre Israel tiene límites. Este viernes, el estadounidense dijo que esperaba un ataque iraní contra Israel “más temprano que tarde”, y mandó un mensaje a Teherán: “No lo hagas”. Claramente no fue escuchado.
En Israel, el rugido de los aviones de la fuerza aérea se pudo escuchar sobrevolando durante toda la semana, y se esperaba que el sofisticado sistema de defensa aérea "Cúpula de Hierro" fuera capaz de interceptar los drones enemigos. Pero se sabía que podrían verse abrumados por los grandes volúmenes de fuego entrante, como sucedió en otros momentos.
Ahora en la Casa Blanca, Biden define con Lloyd Austin, el secretario de Defensa; Antony Blinken, el secretario de Estado; el general Charles Brown, presidente del Estado Mayor Conjunto; William Burns, director de la CIA; Avril Haines, directora de inteligencia nacional; y Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional, cuál será la respuesta estadounidense.
Austin había hablado ya con Yoav Gallant, el ministro de Defensa israelí, y “reiteró el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a la defensa de Israel”, según el Pentágono. Y Sullivan, también habló con su homólogo para reforzar el “férreo compromiso de Washington”. Mientras tanto, el grupo libanés Hezbollah, respaldado por Irán, dijo que disparó docenas de cohetes contra posiciones de artillería israelíes. Un conflicto que escala rápidamente.
por R.N.
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