Si nos guiamos por las fotografías oficiales, el viaje de tres días de Emmanuel Macron a Brasil ha sido más una escapada romántica que una de diplomacia internacional. El presidente francés, que finalizó su gira por el país sudamericano con una visita de Estado a la capital, Brasilia, provocó risas en las redes sociales tras la publicación de fotografías que lo mostraban en un romance político con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Macron inició su recorrida brasilera en Belém, la ciudad amazónica que acogerá el próximo año la conferencia climática Cop30. Allí se vio a los dos jefes de Estado sonrientes tomados de la mano en un bote mientras contemplaban el río Guamá. Y en otra imagen, parecen saltar alegremente a orillas del Amazonas.
"Veo al caer una nueva tarjeta de Navidad de la familia Macron/Lula", tuiteó Ian Bremmer. politólogo, autor y empresario de medios estadounidense. Y como él, otros usuarios de Internet compararon las imágenes con sesiones de fotos de compromiso o escenas de una comedia romántica. Los memes que circularon en línea mostraban al exbanquero y al exlíder sindical sosteniendo globos en forma de corazón. “Algunos han comparado las fotografías de mi visita a Brasil con las de una boda”, escribió Macron. “Les digo que fue una. Francia ama a Brasil y Brasil ama a Francia”, afirmó.
Objetivo
La visita de Macron a Brasil –la primera como presidente– marca un resurgimiento de la asociación franco-brasileña después de que las relaciones alcanzaran un punto bajo durante el gobierno del predecesor de Lula, Jair Bolsonaro, quien discrepó con Macron en las preocupaciones de Francia sobre la deforestación del Amazonas (incluso se temió una escalada en el conflicto).
En contrapartida, Lula y Macron enfatizaron sus objetivos ambientales compartidos al anunciar un programa de inversión de mil millones de euros para proteger la selva amazónica en Brasil y la Guayana Francesa. Y también celebraron la cooperación en tecnología de defensa durante el lanzamiento cerca de Río de Janeiro de un submarino propulsado por diésel, construido en Brasil con tecnología francesa.
“Hoy comenzamos una nueva página en nuestra relación”, dijo Macron en una conferencia de prensa conjunta tras una reunión bilateral a puertas cerradas y la firma de más de 20 acuerdos de cooperación. Más allá de la alianza estratégica con una de las mayores economías mundiales, lo que busca Macron es una alianza con Lula en Latinoamérica, la que tienen la derecha en España (Vox) e Italia (con Giorgia Meloni), con Javier Milei. Un equiparar fuerzas e intercambiar ideas, para que la centro izquierda progre vuelva a tener el empuje que perdió hace una década.
En declaraciones a los periodistas, los dos líderes enfatizaron su deseo de trabajar juntos en temas como la lucha contra la pobreza, la crisis climática y la tributación global en la cumbre de líderes del G20 en Río, a finales de este año. Y Macron también elogió su visión compartida sobre las próximas elecciones en Venezuela, empujando a Lula a condenar al régimen de Nicolás Maduro.
“Quiero que las elecciones sean hechas como en Brasil, con la participación de todos”, dijo Lula tras el encuentro en el Palacio Planalto de Brasilia con Macron. Los impedimentos para la inscripción de la candidatura de Corina Yoris, tras haber proscripto a Corina Machado, fueron calificados por Macron como un asunto "grave" que no tiene explicación "política ni jurídica".
"A mí también me prohibieron ser candidato cuando era primero en los sondeos. ¿Y qué hice? Nombré a otro candidato y perdimos las elecciones, algo que forma parte del proceso democrático", recordó sobre el proceso que permitió la llegada al poder del ultraderechista Jair Bolsonaro.
Diferencias
“Condenamos muy firmemente la exclusión de la candidata de la oposición. Así la situación se ha degradado”, corrigió Macron, para despegarse del régimen chavista y ponderar un progresismo que no caiga en el populismo: Lula volvió al poder en un acuerdo con la centroderecha, el modelo que Macron pondera. Pero ambos tienen muchas otras diferencias políticas, en particular la guerra en Ucrania y el futuro de un acuerdo comercial entre la Unión Europea y el bloque Mercosur.
Tal como se negocia hoy, es un muy mal acuerdo, para ustedes y para nosotros”, dijo el presidente francés a empresarios brasileños en São Paulo durante el viaje de tres días a Brasil. "No hay nada que tenga en cuenta el tema de la biodiversidad y el clima, nada", agregó Macron.
“Forjemos un nuevo acuerdo a la luz de nuestros objetivos y nuestra realidad, un acuerdo comercial que sea responsable del desarrollo, el clima y la biodiversidad”, concluyó. Si Lula ha dicho que está listo para firmar un acuerdo, Macron ha expresado repetidamente reservas, tras las presiones de sus agricultores, que se han opuesto a permitir la entrada de carne vacuna, que no cumple con los estrictos estándares de la UE.
Pero Macron ofrece otras alternativas: que Brasil pueda mejor su participación en negocios europeos con inversiones en Francia, y que los dos países cooperen en el desarrollo de terceros mercados, especialmente en África, donde las tasas de crecimiento de la economía son auspiciosas.
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