Kamala y Hollywood

Apenas Kamala Harris asumió como candidata presidencial demócrata, un mes atrás, las donaciones en su favor llovieron por millones. "Todo el mundo quiere sumarse", dice Matt Kaplan, director de asuntos políticos de la agencia WME.

Kaplan es el intermediario que conecta a los organizadores de la campaña de Harris con la Convención Demócrata, y con una lista de estrellas de la agencia CAA. Natalie Tran es su contraparte en esa agencia, que ha recibido “más ingresos en los últimos ocho días que desde enero". Dinero proveniente de Hollywood para apoyar la campaña de la vice que debió pasar al frente tras la renuncia de Joe Biden a su candidatura.

Harris tiene su base de electores justamente en California, donde fue fiscal general del estado. Y buena relación con un puñado de actores y actrices de Hollywood que se han probado fieles y activos políticamente: contratan a sus propios estrategas para organizar eventos de recaudación de fondos y dar seguimiento a los proyectos de campaña.

Otros se suman sin intermediarios y apoyan desde las redes con tuits y comentarios. Pero la mayoría recurre a consultores para aprovechar al máximo su compromiso político. "Hay formas estratégicas de regalar dinero y formas no estratégicas", explica Hannah Linkenhoker, quien lanzó una consultoría política dentro de ICM, que ayuda a sus clientes célebres en coordinación con el bufete de abogados de entretenimiento Johnson Shapiro Slewett & Kole. El objetivo de Linkenhoker es brindar el "consejo más inteligente sobre dónde marcar la mayor diferencia".

Campaña

Desde que el Biden le pasó la posta el 21 de julio, Harris ha dependido del poder de las estrellas para generar impulso en torno a su campaña. Beyoncé le cedió los derechos de su canción “Freedom” y Megan Thee Stallion actuó en un mitin masivo en Atlanta el 30 de julio.

Su contendiente republicano, Donald Trump, tomó nota y criticó que Harris solo pudo llenar el estadio porque tenía artistas que la apoyaban. "No necesito animadores. Lleno el estadio porque estoy haciendo que Estados Unidos vuelva a ser grande. Ese es nuestro entretenimiento”, marcó el expresidente, que tuvo sin embargo el apoyo de Kid Rock y Hulk Hogan en la Convención Republicana en Milwaukee. Es cierto que Trump es una estrella con un carisma que Harris no posee. Pero muchas celebridades le prestan su estrella a la demócrata con apariciones por Zoom: Mark Ruffalo, Jeff Bridges, Jane Fonda, Connie Britton y Nick Offerman entre otros.

“Hay una increíble oleada de energía”, festeja Shonda Rhimes Shonda Lynn Rhimes, la guionista, directora y productora conocida por ser la creadora de las series Grey's Anatomy y Bridgerton. “Hay giros aquí que no podría haber contemplado en ningún programa que escribiera”, se entusiasma. "El objetivo es que cada estrella de Hollywood que se suma, haga lo que le resulte más auténtico", apoya Tran. Algunos dan entrevistas en la televisión local en estados en disputa, otros suman con una historia de Instagram o un video de TikTok. “Hay muchos influencers de la Generación Z que quieren involucrarse", asegura Kaplan.

Elsa Collins, consultora de impacto político y social, dice que las estrellas pueden ser efectivas para lograr que los seguidores jóvenes participen en el trabajo de campaña real. Una campaña que durará tres meses y será palmo a palmo para lograr derrotar a un Trump que marchaba cómodo en las encuestas. "Todos estamos moviendo montañas para que nuestros clientes famosos se conecten", dice Linkenhoker.

Dinero

Hollywood ha sido una fuente importante de dinero para los demócratas durante décadas. Pero no es la fuente más grande, y los grandes cheques de los magnates de los estudios son menos importantes hoy que hace décadas. Sin embargo, Hollywood no ha perdido es su capacidad de atraer multitudes. “Lo que pasa con el activismo de las celebridades es que la gente le presta atención”, asegura Lara Bergthold, asesora política. "A nadie le importa lo que piensen un grupo de ejecutivos petroleros, pero si les importa lo que dice Taylor Swift".

Anthony Nownes, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Tennessee, realizó en 2016 una encuesta sobre las actitudes de los votantes hacia Hillary Clinton, probando cómo les afectaban los respaldos de George Clooney y Tom Hanks. "Hacían que bajara el rechazo hacia la ex primera dama", explica. "El consenso entre las personas que estudian este tema es que el respaldo de celebridades puede, en algunas circunstancias, afectar lo que la gente siente acerca de los candidatos y afectar por quién votan".

Un respaldo funciona como una especie de atajo mental, brindando a los votantes una forma rápida de evaluar a un candidato. Eso no significa que todos los respaldos sean efectivos. Pero una celebridad cuidadosamente elegida, y adecuadamente utilizada, puede tener un efecto positivo.

Y cuanto más grande es la estrella, mayor es el efecto. Y los respaldos también ayudan a validar a un candidato en una comunidad donde no logra hacer pie. En 2016 por ejemplo, Bernie Sanders obtuvo un impulso en el electorado negro gracias al apoyo del rapero Killer Mike.

Pero las celebridades tienen sus propias consideraciones: como ofender a la mitad de su audiencia al tomar partido, sobre todo en un escenario polarizado. Y les preocupa que respaldar a todos los demócratas cada cuatro años pueda diluir el impacto, como sucede con el colectivo de actores y actrices argentino y el peronismo.