Thursday 5 de December, 2024

MUNDO | 03-02-2023 07:14

Porqué China ya no crece

El gigante asiático frenó seis décadas de expansión demográfica. La crisis económica que se advierte en el horizonte.

La población de China se redujo el año pasado por primera vez desde la hambruna devastadora en la era de Mao Zedong causada entonces por la desastrosa política industrial del Gran Salto Adelante. Y esto constituye una clara señal de que el gigante asiático se enfrenta a una inminente crisis demográfica agravada por décadas de políticas coercitivas que limitaban los nacimientos.

La Oficina Nacional de Estadísticas de China anunció en enero una disminución de 850.000 personas y la tasa de natalidad alcanzó su nivel más bajo registrado, con 6,77 por cada 1.000 personas, un punto por debajo del 7,52 de 2021: los esfuerzos del gobierno de Xi Jinping para revertir la caída de la tasa de natalidad comenzaron en 2016, cuando se puso fin a la regla de un hijo por familia, ampliando en su lugar a dos hijos. Pero ni esa revisión, ni un ajuste de 2021 para permitir tres hijos, han frenado la tendencia a la baja.

Así China se enfrenta a una oferta de mano de obra cada vez más reducida, y tendrá dificultades para mantener a una población que envejece rápidamente: hay consenso en India asumirá como la nación más poblada del mundo este año, según proyecciones de las Naciones Unidas. “Este declive es un punto de inflexión histórico extremadamente importante, no solo para China sino también para el mundo”, alerta Yi Fuxian, académico de la Universidad de Wisconsin, crítico desde hace mucho tiempo del fracaso de Beijing para aceptar el alcance de su crisis demográfica.

China ya no crece

“La sociedad china que envejece rápidamente socavará la visión de Beijing de sí misma como una potencia ascendente a punto de superar a Estados Unidos. Una pérdida de dinamismo económico pondrá en crisis el actual modelo de desarrollo barato y dependiente de la mano de obra del país, mientras que la falta de una red sólida de seguridad social y un sistema de pensiones amenaza con convertir el caso en una catástrofe humanitaria”, argumenta Yi.

El peligro para el líder chino Xi Jinping es que su búsqueda del “rejuvenecimiento nacional” termine en un estancamiento económico similar al que afecta a Japón desde la década de 1990. La nación de Asia oriental, que alguna vez se consideró un rival en ciernes de Estados Unidos, es ahora la sociedad más vieja del mundo, con un 29 por ciento de la población mayor de 65 años.

Freno

A partir de la década de 1970, los temores de los líderes comunistas de que una población en expansión superase el suministro de alimentos, llevó a una campaña para señalarle a las parejas que se casen más tarde, dilaten la maternidad y acoten la descendencia. Desde entonces, la tasa de natalidad cayó dramáticamente.

China ya no crece

Pero el liderazgo chino siguió aterrorizado por una población demasiado grande. Su solución fue la política draconiana del hijo único, implementada en 1980. La política resultó en abortos forzados masivos, esterilizaciones e inserción de dispositivos intrauterinos.

Entre las muchas consecuencias no deseadas de la política ha sido un fuerte desequilibrio de género: las mujeres embarazadas tenían abortos selectivos por sexo, y eso resultó en que China tuviera una proporción de 104,69 hombres por cada 100 mujeres a partir de 2022.

Una sociedad construida alrededor del hogar de un solo hijo también reseteó la cultura china, y hoy muchos jóvenes marcan los crecientes costos de una familia numerosa como la principal razón para no tener más hijos. Esto es especialmente manifestado para quienes viven en grandes ciudades, muchos de los cuales tienen creencias radicalmente diferentes sobre el matrimonio y la crianza respecto de la generación de sus padres: no quieren hijos.

China ya no crece

Los gobiernos locales han adoptado algunas medidas de apoyo para aliviar las cargas financieras (Shenzhen otorga 1500 dólares a quienes tienen un tercer hijo), y Shanghái sumó 60 días adicionales de licencia por maternidad

Pero muchos creen no alcanza. El economista Ren Zeping pidió políticas inmediatas para fomentar la natalidad, como subsidios para el parto, inclusión del tratamiento de fertilidad en el seguro social y mejores garantías de empleo para las mujeres: “La población es el problema futuro más importante y pasado por alto que enfrenta China”, dijo.

Economía

El crecimiento chino frenado le pone un techo también a los jóvenes profesionales del país, que enfrentan perspectivas laborales cada vez menos atractivas. Esto se evidencia en que, durante el último año, el producto interno bruto de China creció solo un 3 por ciento, marcado por los confinamientos regulares de las políticas de "cero covid", que afectaron el consumo y una caída del sector inmobiliario que se contrajo.

La expansión fue drásticamente menor que el 5,5 % al que apuntaba el presupuesto del gobierno de Xi Jinping. Y el desempleo entre los jóvenes de 16 a 24 años se mantuvo alto, en 16,7 por ciento en el año, después de llegar a casi 20 por ciento en julio.

China ya no crece

En medio de las medidas enérgicas del gobierno contra las industrias tecnológicas y la riqueza excesiva, trabajar como funcionario público de repente se ha vuelto más atractivo, porque se percibe como una carrera estable. Y crece el peso del Estado mientras se frena el ámbito privado, un drama que Argentina conoce bien.

Yun Zhou, profesor de sociología en la Universidad de Michigan, explica: “muchas de las proyecciones demográficas chinas se basaron en gran medida en escritos apocalípticos sobre la explosión demográfica, y pensaron que limitar el nacimiento a un hijo por pareja heterosexual casada sería provechoso. Pero no previeron que el efecto del crecimiento económico. Cuando un país se vuelve más rico y la vida de la gente cambia y se urbaniza, la gente tiende a tener menos hijos de todos modos”.

“Xi Jinping y el mercado laboral chino tienen que lidiar con este cambio dramático en la composición de la población, y tiene que entender que con este cambio se efectará a las personas mayores y habrá que potenciar a las mujeres trabajadoras. Hay que resetear el imaginario de lo que significa ser chino hoy en día”, agrega Zhou. Un impacto interno para China enorme, pero también una crisis en puerta para el mundo que gozó de superávits impulsados por el crecimiento chino.

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Maximiliano Sardi

Maximiliano Sardi

Editor de Internacionales.

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