Las vidas amorosas de los presidentes de EE. UU. siempre han sido una fuente garantizada de fascinación pública. Desde el affaire de Bill Clinton con Monica Lewinsky, que ha dado lugar a múltiples documentales y programas de televisión, hasta las historias sobre Donald Trump y su relación con la estrella porno Stormy Daniels, los detalles personales de estos líderes parecen no tener fin. Ahora es el turno de Barack Obama, con especulaciones que afirman que su matrimonio de 32 años con Michelle Obama estaría en peligro.
A pesar de las subidas y bajadas a lo largo de los años, la pareja ha mostrado siempre una imagen sólida, siendo uno de los matrimonios más emblemáticos y admirados del panorama político. No obstante, la reciente ausencia de Michelle en eventos clave ha dado pie a rumores de que algo no estaría bien en "Obamalandia". Estos rumores se desataron tras la aparición de Barack Obama en el funeral de Jimmy Carter sin su esposa el 9 de enero. Aunque los asesores de Michelle confirmaron que ella estaba en Hawái disfrutando de unas vacaciones extendidas, la situación levantó sospechas.
El impacto fue aún mayor cuando la oficina de los Obama emitió un comunicado en el que anunciaban la ausencia de Michelle en la investidura de Donald Trump, sin dar una razón específica. Esta ausencia se interpretó como una ruptura con la tradición, aunque cabe destacar que ni Trump ni su esposa Melania asistieron a la investidura de Joe Biden en 2021.
Una posible explicación a esto es la aversión de Michelle Obama hacia Trump, que ha sido bien documentada. En un mitin de campaña para Kamala Harris en noviembre, Michelle describió a Trump como un "delincuente convicto", un "terrateniente conocido" y un "depredador hallado culpable de abuso sexual". Michelle asistió a la primera investidura de Trump en 2020, pero luego admitió en su podcast que fue una experiencia profundamente desagradable, ya que no veía reflejada la diversidad ni los valores que ella representaba.
A pesar de las explicaciones, algunos periodistas y comentaristas han especulado sobre la posibilidad de una crisis en el matrimonio Obama. Las blogueras Meghan McCain y Tara Palmeri, corresponsales de Puck News, mencionaron en un podcast que han escuchado rumores durante meses, incluyendo la afirmación de que "viven vidas separadas". McCain, hija del senador republicano John McCain, quien fue derrotado por Obama en las elecciones de 2008, no quiso mencionar las fuentes "reputables" de tales rumores, lo que deja entrever la falta de bases sólidas para estas afirmaciones.
En la vereda de enfrente, otros medios, por caso Vanity Fair, aseguran que todo es una operación de prensa. "No, los Obama no están divorciando. Tampoco existe un romance secreto entre Barack Obama y Jennifer Aniston, como algunos medios progresistas insisten en difundir, siguiendo la línea del sensacionalismo alimentado por círculos MAGA", escribió Kase Wickman, señalando a las bases trumpistas como las responsables del rumor.
"Fuentes cercanas a los Obama y Aniston han desmentido rotundamente estos rumores. Un portavoz de la actriz calificó las acusaciones de totalmente absurdas. Sin embargo, el ciclo de rumores no ha desaparecido", insistió la periodista. Todo comenzó con un artículo en la portada de In Touch Weekly, que afirmaba que "Michelle fue traicionada mientras Aniston roba la atención de su esposo". Con titulares como "Están obsesionados el uno con el otro" y afirmaciones de que Washington y Hollywood no pueden dejar de hablar del supuesto affaire, se hace evidente que los medios han inventado una narrativa sin pruebas.
El chisme siguió circulando gracias a cuentas como DeuxMoi en Instagram, que en enero publicó mensajes insinuando que los Obama estaban separados, pero sin ofrecer pruebas. En entrevistas posteriores, la cuenta admitió que "no sabía si la historia era viable", lo que dejó claro que se trataba de simples rumores sin fundamento.
Los ataques a figuras públicas no son solo un ejercicio de desinformación, sino también una táctica política. Personajes como Jessica Reed Kraus, defensora de figuras como Robert F. Kennedy Jr. y Donald Trump, se han hecho eco de los rumores de divorcio entre los Obama. Kraus, quien compartió en enero que escuchó hace meses sobre la supuesta separación, insiste ahora en amplificar el relato, a pesar de la falta de evidencia. El vínculo con la política es evidente, ya que los mismos círculos que atacan a la familia Obama buscan desacreditar a sus figuras más influyentes mientras el partido de Trump destruye la democracia.
Este tipo de teorías conspirativas refleja lo que Michelle Obama describió como el "engaño clásico" de Trump, quienes recurren a mentiras misóginas y racistas para distraer de problemas mucho más graves. "Los medios que promueven estos rumores no solo dañan la reputación de los implicados, sino que, en última instancia, desinforman al público, cegándolo ante los verdaderos problemas políticos del país", concluyó Wickman, defensora de los Obama.
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por R.N.
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