Mientras espera que los abogados del PRO hagan el último esfuerzo de que no se pierda un solo voto a favor de Miguel Del Sel, Mauricio Macri trata de sacar conclusiones positivas del resultado de los comicios santafesinos.
“Asumamos -bajó el líder amarillo a su tropa- que Miguel ganará por una diferencia de un centenar de votos, tal vez algo más de mil. Esos votos pueden haber sido el resultado del trabajo de los voluntarios que con sus llamados telefónicos a amigos y familiares llevaron su convicción a su gente cercana y, de esa manera, cada uno de ellos logró cambiar el voto de tal vez 10 o 100 personas. En ese acto, cambiaron el resultado de la elección en la provincia. Sus llamados cambiaron el futuro.” El párrafo forma parte de una carta motivacional enviada por Macri al voluntariado PRO, que por estas horas está algo bajoneado por la sensación de que se les escurrió una victoria casi segura como arena entre las manos. Y de hecho, no obstante su habitual filosofía “Pum para arriba”, el propio Mauricio reconoce en la misma misiva que quizá el socialismo les ganó a último momento la pulseada: “Ahora, por un momento, asumamos lo contrario, que por una pequeñísima diferencia Miguel no logre alcanzar los votos necesarios para convertirse en gobernador. En ese caso ¿Podrían los llamados telefónicos de los voluntarios haber cambiado el resultado? La respuesta es sí. Seguro que hubo personas a las que no llamamos que, de haberlo hecho, podrían haber cambiado su voto y definir la elección”, sermonea el candidato presidencial, en formato de autocrítica constructiva.
Y mientras negocia contrareloj con el massismo antes del cierre de listas nacionales del sábado, Macri trata de inflar la moral de sus voluntarios, convenciéndolos de que cada llamado podría hacer la diferencia en las presidenciales, quizá temiendo un cabeza a cabeza con Scioli, tan angustiante y quizá desolador como el que el PRO padeció en la noche santafesina. Por eso, pide apurar el paso: “Tenemos algunas semanas por delante para persuadir a nuestros amigos de que en las próximas elecciones presidenciales nos decidamos a cambiar (…) En cuanto puedas, empezá a hacer llamados telefónicos a tus seres queridos.”
Parece que las alianzas cerradas hasta ahora por su mesa chica, y las estrategias puristas de Durán Barba no alcanzan ni para soñar con una Navidad brindando en Olivos.
*Editor Ejecutivo de NOTICIAS.
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por Silvio Santamarina*
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