Alto, delgado, lozano, enfundado en jeans y saco negro ajustados que parecen haber sido cosidos a su piel, el director teatral y artista plástico argentino Roberto Plate (71) es de los que seduce sin proponérselo. Estudió Bellas Artes becado en Munich y saltó a la fama, cuarenta años atrás, cuando una legendaria instalación suya inspirada en los baños públicos de bares y cines fue clausurada por el gobierno de Onganía, como anticipo de épocas más oscuras.
Emigró a París, y allí desarrolló, además, una carrera de escenógrafo con renombrados directores como Alfredo Arias, y Jorge Lavelli. Se interesó en la dirección, en el teatro como la ópera, y en este ámbito guió a Isabel Karajan (hija del célebre director alemán) y a la actriz Dominique Sanda. Ahora está en Buenos Aires para estrenar la traslación escénica de la novela “El uruguayo” de Copi, el transgresor autor, dramaturgo y dibujante fallecido en 1987.
Noticias: ¿Qué recuerdos tiene de Copi?
Roberto Plate: Divinos; era muy bella persona, en todo sentido. Creativo, generoso, buen amigo. Su departamento se transformó en un refugio para cada argentino que llegaba a París. Y mire la casualidad, se fue hace 25 años y El Excéntrico (donde se ofrece “El uruguayo”) se inauguró el mismo año.
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por Jorge Luis Montiel
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