★★★ Todo lo bueno de esta biografía del tipo que inventó las franquicias de McDonalds (no “el que inventó McDonalds”, claro que no) consiste en el trabajo electrizante de Michael Keaton. Cómico, peligroso, ambiguo todo el tiempo, capaz de ponernos de su lado y de provocarnos rechazo a veces en la misma escena, hace de una película poco imaginativa un campo de juego para su talento.
por Leonardo D’Espósito
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