Oriana Fallaci fue, desde sus inicios, una talentosa escritora italiana que revolucionaría el mundo del periodismo. Con tan sólo veinte años comenzó su impecable trayectoria como periodista, una carrera que incluiría publicaciones y reportajes de gran calidad que refirieron a varias temáticas. Entre ellas podemos destacar un reportaje sobre la condición de la mujer en Oriente, uno de los primeros trabajos profesionales que tuvo éxito, titulado "El sexo inútil - Viaje en torno a la mujer".
Oriana también se destacó por sus entrevistas e investigaciones a personajes famosos, como el reconocido escritor de ciencia ficción Ray Bradbury, Sean Connery, incluso a Leopoldo Galtieri, el Teniente General de las Fuerzas Armadas Argentinas durante la Dictadura Militar, a quien llamó “Torturador”.
Durante los años de la carrera espacial, entrevistó y recopiló sus investigaciones en un libro y llegó a tener amistades muy estrechas con los tripulantes de la misión Apollo XII.
Su rol como corresponsal de guerra fue otro de los aspectos destacables de su vida: Oriana Fallaci fue la primer mujer italiana corresponsal de guerra al cubrir, en 1967, la guerra de Vietnam para el Diario L’Europeo.
También mantuvo una estrecha amistad con la actriz y cantante estadounidense,Shirley MacLaine, y estuvo casada con Alexandros Panagoulis, uno de los líderes griegos de la oposición a la Dictadura de los Coroneles.
Oriana Fallaci, quien ante todo se consideraba una escritora, y que publicó doce libros, murió en su ciudad natal de Florencia en 2006 a causa de un cáncer, pero dejó un legado imprescriptible que da cuenta de la pasión con la que vivió hasta sus últimos días.
En el libro "El miedo es un pecado. Cartas de una vida extraordinaria" encontramos la valiosa recolección de cartas que envió la periodista y escritora italiana Oriana Fallaci a diversos destinatarios: sus cartas con sus amigas más cercanas, las actrices Ingrid Bergman y Shirley MacLaine; sus cartas de amor con el poeta y líder griego Alexandros Panagoulis; los frustrados intentos de contactar a Fidel Castro para entrevistarlo; el contacto con el Papa Benedicto antes de morir. Cartas que ayudan a conocer la vida personal y profesional de la escritora italiana que revolucionó el periodismo.
Aquí reproducimos la carta que le envió a Fidel Castro tratando de lograr una entrevista.
"Nueva York, mayo de 1983
Estimado señor Castro,
Pasaron casi dos años desde que Enrico Berlinguer, al volver de su viaje a Cuba, me dijo que había hablado con usted para pedirle que me conceda una entrevista, instancia que él mismo apoyaba con convicción. Berlinguer me comunicó que usted había prometido llamarme cuando llegara el momento oportuno de realizar la entrevista, y desde entonces evité importunarlo con otros pedidos. Sin embargo, puesto que no recibí respuesta alguna, me permito escribirle nuevamente.
Como le dije en otras cartas, numerosos diarios de todo el mundo esperan una entrevista suya. Se trata de publicaciones estadounidenses, europeas y de América Latina. Del Washington Post al Times de Londres, del The Chicago Tribune a Le Nouvel Observateur de París, del Corriere della Sera de Milán al Politica de Belgrado; me refiero a casi todos los diarios de América Latina, algunos de los países escandinavos y al Asahi Shimbun de Tokio... Precisamente durante mi último viaje a Polonia el vicepremier Mieczyslaw Rakowski, con quien acabo de tener una reunión y con quien tengo relación de amistad, me pidió entrevistarlo para su semanario Politica de Varsovia. Ahora William Broyles Jr., director de Newsweek, con quien comencé a colaborar hace poco, pide que renueve mi pedido. No hace falta que describa la importancia de Newsweek, que se vende en todos los países de todos los continentes y tiene más de veintidós millones de lectores por semana. Tampoco es necesario subrayar el relieve que le daría Newsweek a mi entrevista con usted.
Adjunto además una copia de la carta de William Broyles Jr., que ya pudo escribirle en primera persona. Adjunto también la carta del vicepresidente de Houghton Mifflin, editorial de mi libro Interview with History (Entrevista con la historia), que espera el nuevo libro que debería contener mis últimas entrevistas con los líderes mundiales y quienes hicieron historia. Aún están esperando porque no obtuve la entrevista con usted, y sobre todo porque no puedo realizar este libro sin el capítulo que más me interesa: el de Fidel Castro.
Los poderosos del mundo que deseo conocer sinceramente son tan pocos, señor presidente, que sobrarían los dedos de la mano para contarlos. Además, siempre consideré que usted constituye el interlocutor ideal que me permitiría realizar un trabajo perfecto: usted sabe hablar, sabe responder y no se limite a breves palabras o respuestas prefabricadas, como hace la mayoría.
Querido señor presidente, me gustaría encontrar nuevas palabras para renovar este pedido que sigo presentándole desde hace ya varios años. ¿Pero qué más puedo decir para convencerlo de mis buenas intenciones y de la actualidad de esta entrevista? Ahora más que antes; ahora que Reagan está en el poder, que las tragedias en Salvador se multiplicaron y que los problemas de Nicaragua aumentan...
Puede enviarme una respuesta a nuestra embajada en Cuba o a través de su embajador jefe de misión en las Naciones Unidas, a quien también conozco, o bien directamente al director de Newsweek, William Broyles Jr.
Con la esperanza de recibir una respuesta, le expreso mi gratitud y pleno respeto.
Oriana Fallaci
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