★★★★ Un adolescente se ratea del secundario y va a pasar un día de diversión con su mejor amigo y su novia mientras es perseguido por el preceptor del colegio. Pero la suma de gags sirve a Hughes, un grande de los ochenta y verdadero descriptor de esa generación, para pintar un paisaje emocional mucho más grande. Por supuesto que podemos quedarnos con el crescendo de disparates que la película propone, pero también con una mirada aguda sobre el amor, la educación, la responsabilidad, la relación con los padres y el cine mismo (el final ha sido hace poco parodiado por “Deadpool” y con mucha razón: este film era la “película adolescente para terminar con las películas adolescentes”). Hoy se puede ver con mucho más que nostalgia: algo no ha cambiado en la rigidez de la sociedad y Ferris resulta muchos más necesario que nunca.
(EE.UU., 1986) Comedia. Dirección: John Hughes. Con Matthew Broderick. Netflix.
por Leonardo D’Espósito
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