Independientes, osadas, con buen trabajo, vida social activa y seguridad económica, estas mujeres patean el tablero. Cerca de los 40, o incluso con casi 50, se liberan de prejuicios y muestran orgullosas a sus parejas: jóvenes que como máximo apenas superan los 30. Las “cougar woman” –mujeres puma– son un fenómeno que desafía el orden establecido y llegó para quedarse. Este término tuvo su origen en Estados Unidos a raíz de la serie “Cougar Town”, en la que una de sus protagonistas se enamora de un jovencito, haciendo referencia a la avidez de un puma por una presa inexperta.
Siempre existieron y existirán parejas con diferencia de edad. Sin embargo, cuando el hombre es el mayor, nadie se escandaliza. Pero cuando es al revés, la cosa cambia. Las convenciones de género siguen impregnadas en el imaginario social y así los hombres que buscan mujeres mayores son inmaduros que precisan “una segunda madre” o sólo buscan alguien que los mantenga. Mientras que ellas son vistas como personas que se niegan a aceptar el inexorable paso del tiempo y sólo buscan un chico para sentirse más jóvenes.
Sin embargo, más allá de las opiniones, estas parejas existen y cada vez más aceptan mostrarse y reconocerse públicamente. Ellas dan un paso al frente y rompen esquemas antiguos. La diferencia de edad tiene que ser por lo menos de diez años.
Para estas mujeres, amar a un hombre más joven es un acto de transgresión. “No sólo de la pauta social que impugna desde el vamos la relación, sino también a la impronta social sobre el propio cuerpo femenino: el valor de la juventud es la fertilidad”, explica el sexólogo y psiquiatra Walter Ghedin. Las “mujeres puma” deben lidiar así constantemente contra los fantasmas y prejuicios de tener un partenaire joven, pero una vez que vencen esas barreras, se dedican a disfrutar sin importarles las miradas ajenas.
Nueva época
Marian Salzman, gurú del marketing mundial, reconoció en 2010 que algo estaba cambiando. “Las mujeres están ganando mucho más poder y ahora prefieren salir con hombres más jóvenes, algo que no estaba bien visto y la TV se ocupó de naturalizar”, aseguró. En efecto, la corriente que se avizoraba como algo pequeño hace siete años creció y hoy llegó también a nuestro país.
Porque aunque en la década del '90 ya hubo casos de mujeres famosas con novios menores, lo cierto es que no dejaba de ser una situación que escandalizaba a muchos y generaba reacciones adversas. Así Graciela Alfano con Matías Alé o Graciela Borges con el entonces arquero de Huracán, Marcos Gutiérrez, eran contados casos que no pasaban de la anécdota. “Hoy dejó de ser una conducta pudorosa. Ya no se lo oculta. En los consultorios se ven cada vez más parejas en que la mujer tiene esta diferencia de edad y se toma como un hecho más, no como algo escandaloso”, asegura Ghedin.
Milagros Brito (40) y Marcela Tauro (52) son las últimas en sumarse al nuevo fenómeno junto a Agustín Garaviglia (30) y Martín Bisio (32), respectivamente. Ambas son madres, tuvieron parejas estables varios años, son autosuficientes y exitosas en lo que hacen y hoy se muestran contentas del brazo de sus novios más jóvenes.
Así como los hombres con parejas más jóvenes refuerzan su virilidad, las mujeres lo hacen con su feminidad. Antes ese refuerzo de lo femenino se lograba con cuestiones más clásicas como ser madre, ahora las mujeres puma cambian el paradigma. “Sienten que ya cumplieron con eso, que ya pasaron por esa experiencia y quieren reforzar su estima de otra manera y se dan este 'shock' de juventud”, describe Ghedin.
Vínculo
“La mujer se siente mejor sabiendo que puede conquistar hombres más jóvenes. Exaltar la juventud del compañero es exaltar también la que aún sigue presente en ellas”, analiza el especialista, dejando en evidencia que detrás de estos enamoramientos hay también una búsqueda personal de la felicidad.
Viviana Saccone, quien a sus 49 años dobla a su novio en edad, contó que cuando comenzó su relación con Santiago García Rosa (25) tuvo miedo y debió romper con muchos prejuicios. Pero además dejó claro que su relación no es sólo una atracción sexual, sino que es un vínculo especial. “No es que me gusten los pendejos, pasó algo muy particular con Santiago y por eso me enamoré. De hecho el único defecto que tiene, es ese: que es joven. Es un gran compañero y lo mejor que me puede pasar a esta altura es sentirme cuidada y querida”, describió la actriz.
“Se genera un vínculo basado en el refuerzo mutuo. Del lado de ella por esa exaltación de la juventud. Y del lado de él, encuentran una contención y experiencia que no hallan en una par”, apunta Ghedin.
Lentamente, los tabúes van cayendo. Según un estudio de la Asociación de Personas Retiradas de Estados Unidos (AARP por sus siglas en inglés) más de un tercio de las mujeres mayores de 40 años sin pareja reconoce haber tenido una relación con alguien 10 años más joven. “Esa tendencia mundial que fue creciendo en los países más desarrollados, se va extendiendo”, apunta Ghedin.
“Pensé: este todavía es un niño. Pero, ¿qué le voy a hacer?”, se preguntó Shakira cuando le compuso un tema a Gerard Piqué, diez años menor. Es que la colombiana se convirtió en referente mundial de las “mujeres puma” cuando tras más de una década junto a Antonio De la Rúa pateó el tablero y se animó a irse con el futbolista español. Y aunque la cantante aseguró que tuvo miedo de que la gente pensara que era una “asaltacunas”, lo cierto es que se convirtió en un ejemplo más de una realidad que cada vez es menos pudorosa: las “cougar women”.
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