Hace 40 años, Emma Bonino inició una lucha en Italia. La mujer que hoy tiene 69 años, fue una de las dirigentes de la izquierda más reconocidas y uno de los bastiones para abrir camino a la ley de aborto que fue promovida en 1978. Una fotografía suya ayudando en una intervención a una mujer embarazada provocó una revolución en los años ’70.
Bonino, aquella rebelde anticlerical, es hoy amiga del Papa Francisco: la relación salió a la luz en el 2015, cuando el Papa la llamó para hablar de sus problemas de salud. La mujer, que en la actualidad es senadora y antes fue ministra de Asuntos Exteriores, padecía cáncer de pulmón. Aquel llamado de Francisco fue toda una sorpresa, según ella declaró: “Fue una conversación muy afectuosa”, dijo sobre el Sumo Pontífice.
En enero del 2018 se encontraron: Francisco recibió elogios de la mujer “por haber cambiado el tono de la Iglesia”. Él los devolvió: “Es una de las grandes de Italia hoy en día”. Una amistad que pocos pueden entender.
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