En un momento en el que e kirchnerismo comienza a sincerar sus problemas, admite la inflación, impone un ajustazo y empieza a seguir las recetas que le imponen sus acreedores del exterior, la causa de las Islas Malvinas pasó a ser la última bandera en alto del relato K.
Ni siquiera queda en pie la de los derechos humanos tras la designación del polémico general César Milani acusado de supuestos delitos de lesa humanidad. El miércoles 2, Cristina cargó duro contra el Gobierno inglés al que acusó de montar una base nuclear de la OTAN en las islas y los acusó de no cuidar a su pueblo.
La jugada oficialista apunta a edulcorar con épica el duro ajuste en que se embarcó la Casa Rosada. Para sostener la jugada patriótica, la Presidenta decidió lanzar un billete de 50 pesos con las Malvinas.
por Nicolás Diana
Comentarios