Aunque parezca mentira, a La Ñata la política casi no entra. Un ejemplo: Alberto Pérez, la mano derecha de Scioli en la Provincia no pisa la casa del gobernador y mucho menos es partícipe de las tertulias nocturnas que incluyen a personajes tan disímiles como el matancero Alberto Samid, el médico Alfredo Cahe, la actriz Nacha Guevara, la cantante Lucía Galán, el empresario Matías Garfunkel, los hermanos del gobernador Pepe y Nicolás o su amigo Lautaro Mauro. Ellos son los visitantes más conocidos, pero también hay otros que gozan de la confianza de Scioli como Rubén Mousalli, señalado como el hombre que conoce todos los secretos de Scioli, Oscar Vacca, el socio, o Paco Serrano, el descubridor del terreno donde hoy vive “El Dani”, como le dicen los ñateros.
Desde que construyó su refugio, recibió las visitas esporádicas de Diego Maradona, quien se quedó a dormir, o de Néstor Kirchner. Allí también agasajó a figuras de distintas disciplinas como el ex campeón mundial de boxeo Evander Holyfield, a Marcelo Tinelli, al ex presidente español Felipe González y a su vicegobernador Gabriel Mariotto. Carlos Zannini, su actual compañero de fórmula para la presidencia, todavía no pisó La Ñata.
Cuando Scioli desembarcó en Tigre en esa zona no había luz, gas, ni agua potable. Pero con el tiempo y gracias a sus gestiones como gobernador, los servicios fueron llegando y hasta se hizo construir un helipuerto en unos terrenos que pertenecen a IRSA, la constructora gerenciadora de shoppings, del empresario Eduardo Elzstain, y que están ubicados estratégicamente frente a su casa.
Si se lo viera desde el punto de vista de la decoración, en La Ñata hay una grieta. Por un lado está la casa central. Una sólida construcción de dos plantas que fue ambientada bajo el estricto control estético de Karina Rabolini, con tonos pastel y ambientes minimalistas. Todo lo contrario a la sobrecarga de objetos que tiene el quincho, un lugar al que Scioli le dice “El Museo”. Y es cierto. Es un museo personal de la vida de él. Hay miles de fotos del gobernador con personalidades y amigos y hasta el casco de la lancha con el que competía en sus años de corredor de offshore. También hay cuadros, trofeos, banderines y camisetas de fútbol que cubren el techo de ese galpón de casi mil metros cuadrados. Está el buzo rojo Marlboro con el que competía y hasta el brazo ortopédico que solía utilizar para manejar la lancha tras el accidente. En otro sector de la casa, Scioli guarda sus otros dos brazos –siempre repite el chiste de que tiene tres: uno de carne y hueso y dos ortopédicos–. Hasta en eso es meticuloso. Tiene uno pálido, para la temporada otoño/invierno y otro bronceado, para primavera/verano. Todo calculado.
En el “museo” también hay una cava blindada y ambientada a 15 grados a la cual bautizó “Don José”, en honor a su padre. Pero el adorno que más obsesiona a Scioli es un cofre vidriado donde guarda el bastón de mando de gobernador. “Algún día acá habrá otro bastón”, les dijo Scioli a los periodistas Pablo Ibáñez y Walter Schmidt, autores de la biografía “Scioli Secreto”.
Otro sector muy utilizado en la casa de Scioli es la “biblioteca”. Pero no por ser un lugar de entrega a la lectura, sino porque allí funciona un gimnasio. Sí, en la biblioteca de Scioli hay un gimnasio. Hay una cinta para correr, colchonetas, mancuernas de colores y un escalador. Todo comprado con la asesoría de un personal trainer. El parque de la casa de Scioli cuenta con una pileta rodeada de palmeras y un muelle con amarra propia.
La Ñata Sporting Club también está hecho a medida de Scioli. El naranja furioso de las camisetas hace juego con el color que identifica su gestión en la provincia y las estatuas que adornan el lugar son personalidades admiradas por el gobernador y amigos. Allí está el palco de honor con Perón, Evita, Raúl Alfonsín como espectadores. En otro sector de la cancha está el cantante Ricardo Montaner, el ex jefe de la Policía bonaerense, Juan Carlos Paggi y hasta el matancero Alberto Samid, con quien suele competir en largas partidas de ajedrez, en las que siempre ponen un trofeo como premio. La última copa se llamó “Papa Francisco”.
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En NOTICIAS de esta semana "EXCLUSIVO: Cuánta plata tiene Scioli". Sus empresas desconocidas y Villa La Ñata como nadie la mostró. Por qué no exhibe su declaración jurada.
por Rodis Recalt
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