Florencia Kirchner ya tiene nuevo hogar. En el barrio de Constitución, sobre la calle San José 1111, le compró hace cuatro meses un semipiso de estilo al ex secretario de Cultura del Gobierno, Jorge Coscia. Según las inmobiliarias de la zona, la propiedad de unos 200 metros cuadrados está valuada en 300.000 dólares.
El departamento está ubicado en uno de los barrios más calientes de la Ciudad. Los vecinos aseguran que a la noche suelen haber robos, prostitución y venta de drogas, a pesar de que a una cuadra y media está la Comisaría 16. Pero la inseguridad no es el único flagelo que puede incomodar a Florencia en su nuevo vecindario. A tres cuadras de su hogar están ubicados los estudios de El Trece y el canal de noticias TN, las señales del Grupo Clarín que hoy son consideradas el enemigo en el Gobierno de su madre.
A pesar de que Flor y su novio, Camilo Vaca Narvaja, recién planean instalarse en el semipiso luego del 10 de diciembre, ya hicieron toda la mudanza. Los encargados de trasladar los bultos desde Olivos fueron los propios empleados de la residencia oficial en camionetas Traffic blancas. Además, se encargaron de instalar los aires acondicionados y poner a punto el departamento. La ley lo condena.
Quienes lo conocen por dentro aseguran que el semipiso es imponente y digno de una revista de diseño. Techos altos de más de cuatro metros, pisos originales de pinotea, cuatro habitaciones y un entrepiso con una escalera diseñada a medida. En la entrada del edificio se destaca una puerta de hierro negra. Clásico, el revestimiento de las paredes del hall de ingreso es de mármol y cuenta con un ascensor antiguo.
Hace un mes, los vecinos del barrio se sorprendieron con la llegada de una visitante ilustre. Había pasado el mediodía cuando estacionaron cuatro autos con custodios adentro y de uno de ellos se bajó la Presidenta: había ido a visitar el nuevo hogar de su hija y a darle el OK definitivo a la mudanza.
El jueves 27, cuando NOTICIAS fue hasta el lugar, las ventanas del segundo piso departamento 5 estaban cerradas y nadie contestaba el timbre. Los vecinos aseguran que suele haber custodios en la zona. Son los encargados de garantizar la seguridad de Florencia y su familia.
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por Nicolás Diana
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