Empujada por la presión de las causas judiciales que se van acumulando y el peronismo alzado en franca rebelión, Cristina se decidió a volver a hacer política. Desde que el 28 de julio volvió a Capital Federal no paró de hacer eso que mejor le sale. El ritmo fue frenético: tuvo reuniones en el Instituto Patria con Daniel Scioli, referentes de las Madres de Plaza de Mayo, a Carlos Linares, el intendente de Comodoro Rivadavia, y tuvo apariciones públicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, en la Villa 31 y en la localidad de Ensenada, entre otras actividades. “Es muy fácil estar lejos y venir un rato para decir un monton de cosas y volverse”, había dicho el Presidente del PJ José Luis Gioja, y es evidente que ahora Cristina recogió el guante.
Su entorno asegura que está “tanteando para adentro y para afuera, quiere ver quienes le siguen respondiendo y que tanta recepción tiene en la sociedad”. Las encuestas dan bien: según Roberto Bacman, Cristina mantiene en Capital una imagen positiva del 50%, para Analía del Franco 45.6% y Ricardo Rouvier le da el 54,8%. Además, se consolidó su nuevo círculo íntimo. Oscar Parrilli, Carlos Zannini, Agustín Rossi, la ex ministra de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Cecilia Rodríguez, y los intendentes Patricio Mussi, Jorge Ferraresi, Mario Secco están muy cerca de la antigua Presidenta. La Cámpora tuvo una notoria pérdida de lugar. Aunque se siguen encargando de la seguridad y organización en los eventos grandes, la agrupación de Máximo no sólo es resentida entre el peronismo duro, sino que para el nuevo cristinismo el “proyecto” tiene que ser más democrático y participativo. Aunque todavía no terminó de tomar forma, hay varias hipótesis que se manejan dentro de la nueva conducción nacional y popular: la primera -y mejor- es que los números le cierren a Cristina para que se presente a candidata a senadora o diputada en Buenos Aires en el 2017, la segunda, un poco menos optimista, es un revival del año pasado, con Scioli a la cabeza y ella apoyando desde un plano secundario. La tercera posición es que vuelva a darse la fórmula Kirchner-Scioli, pero esta vez con Cristina. Como siempre fue en la política, todo depende de los votos.
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