★★★★ No es hiperfamosa pero todos la conocen. Remadora nata de la televisión y el teatro, Laura Oliva es actriz, bailarina, humorista y conductora. Sólo por mencionar algo de sus primeras apariciones, a mediados de los 90 fue parte de la tribuna de “Nico”, el programa de Nicolás Repetto, por Telefe. Y si vamos a lo último, recibió excelentes críticas por el musical “Ni con perros ni con chicos”, en el Cervantes y ahora de gira nacional, con dirección de Javier Daulte. Hoy está nominada para los premios Martín Fierro de Cable en dos rubros, Interés general y Conducción femenina, por el ciclo que encabeza desde 2013 y va por la cuarta temporada: “Hacete de Oliva”, en el canal de la Ciudad.
Si bien siempre hay algún invitado de la actualidad con quien Oliva charlará en un bloque de la manera más relajada posible, cada una de las dos emisiones semanales está marcada por un tema de la vida cotidiana, conductas, fobias, tendencias y tics, guerra de los sexos, diferencias generacionales y todo tipo de manías propias de la rutina que nos persigue. Hay separadores con preguntas a gente por la calle y videítos con bloopers o momentos de la tele que ilustran también el leit motiv elegido. Pero la forma principal de abordarlo es el monólogo.
Acompañada por una banda y la escenografía que va cambiando en cada temporada –al igual que el look de la conductora, este año con pelo corto–, Oliva se ubica de pie, frente a la cámara, para hacer su stand up de humor sin temor a la acidez y empezando por sí misma. No se mete sólo con cuestiones femeninas –que también lo hace– sino con las piedras en el camino de cada día. Pone primera y no para, nunca pierde el tono y lanza una sucesión de frases más o menos cortas y contundentes que dan ganas de anotar para repetírsela a alguna amiga. O mandarle directamente el link para que lo vea por Youtube, donde los monólogos de Oliva son compartidos una y otra vez sin perder vigencia. Por segmentos, aparecen en los tres bloques del programa (y no ya en uno solo como en anteriores temporadas) y son creación del guionista Christian Alonso (Máximo Kirchner en “Showmatch”). No obstante, la actriz se adueña de esos textos como si le pertenecieran y logra, de igual a igual, conectar con quien la escucha. No se trata para nada de comicidad masculina o femenina sino de un estilo propio, filoso, cercano al bufón que señala la mosca en la sopa sin dejar lugar para que algún susceptible se sienta ofendido.
Late night show es el nombre del género televisivo patentado en los Estados Unidos por conductores como David Letterman o Jay Leno y que en nuestro país tuvo a su mejor representante en Roberto Pettinato. Pero para la tevé de aire actual es una opción –no sabemos por qué– que a los productores les parece inviable. En el cable, en un canal público, se pudo, está bien hecho y lo firma una mujer que se hizo un nombre para título.
por Leni González
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