Este miércoles 7 de septiembre es un gran día para la compañía creada por Steve Jobs y Steve Wozniak: el esperado iPhone 7, que llega sin grandes cambios estéticos: no quieren espantar a su legión de usuarios con cambios radicales, y la mayor innovación viene en una amplia gama de colores. El gran salto es la eliminación de la ranura para conectar los auriculares. Fuera cables con el ingreso de los airpods, unos auriculares inalámbricos.
El equipo será más resistente al agua, como en algunos modelos de sus rivales. Cuenta con la certificación IPX7: resiste el agua, pero no a ser sumergido por largo tiempo. Es la misma certificación que ofrece el Apple Watch: resiste hasta 1 metro de inmersión por un tiempo máximo de 30 minutos.
La cámara de fotos trae también algunas mejoras: una doble óptica que permita al usuario jugar con el zoom en un concepto semejante al que presentara en su día cámara Lytro (disponible únicamente en el iPhone 7 Plus).
Por el lado del sistema operativo, se suma la app Home, dedicada al control del hogar (no será algo exclusivo del iPhone7, pero el resto de clientes tendrá que actualizarse a iOS 10).
Siri, el "asistente personal inteligente" de Apple, va a cambiar, para ser mucho más poderosa. Pronto será capaz de entender frases como: “Siri, ya estoy en casa”, “Siri, quiero ver una película”, “Siri, tengo frío”, “Siri, poné música” y actuar en consecuencia. Ya no se limitará a entablar una conversación, a crear una cita en el calendario o decir qué tiempo hace en el lugar de vacaciones, sino que tomará decisiones que se reflejen en el mundo físico.
Una vez que se configure Home, según la equipación de cada casa, Siri podrá subir la temperatura del living y bajar la de la cocina, o subir las persianas cuando se vaya al dormitorio o elevarlas si ya es la hora de prepararse para ir al trabajo.
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