Franco Macri nació en 1930, en Roma, Italia. Desde pequeño anduvo metido en las empresas contratistas del Estado: sus padres, Giorgio Macri y Lea Lidia Garbini, tenían una concesión del Gobierno para prestar el servicio de correo. Lo siguieron dos hermanos, Antonio y Pía. Franco fue, fiel a la tradición italiana, el centro de las atenciones familiares mientras crecía -actitud que repetiría con sus propios hijos-.
La ambición fue parte de su vida desde pequeño: según el propio Franco, fue la decisión de su padre -un “socialista moderno”- de expandir los negocios a África lo que ocasionó el divorcio y separó a la familia. Franco, en soledad, se fue a vivir con sus abuelos maternos a los seis años y luego lo enviaron como pupilo a un colegio semimilitar en Tivoli, un pueblo a treinta kilómetros de su casa.
En 1943 regresó a Roma, a los trece años. Entonces vivió con su padre y comenzó a cursar el secundario en un colegio jesuita. Al fin de la segunda guerra mundial, Giorgio Macri decidió hacer la América: probar suerte en un país del otro lado del charco. Al año siguiente Franco lo siguió, junto a sus dos hermanos: era el desembarco del que sería uno de los más grandes empresarios y padre del actual Presidente en Argentina. El resto es historia conocida.
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