En octubre del 2015, Franco Macri tuvo su último “gran susto”, según lo describieron sus familiares. Fue internado de urgencia por una hemorragia interna, que los médicos pudieron controlar, en el Hospital Italiano. Tardó poco en recuperarse, aunque su salud sufre hoy los avatares de una persona de 86 años. Desde hace un tiempo lo aqueja una fuerte sordera.
La historia clínica del padre del Presidente tiene importantes antecedentes. En 1983, a los 53 años y poco después de separarse, Franco sufrió un infarto y debió someterse a una operación a corazón abierto para que le coloquen un bypass. Algunos años después, según confirmaron desde su entorno, tuvo que realizarse una operación similar.
Los infartos no son extraños en la familia presidencial. Antonio, el tío del presidente, también lo padeció en agosto de 1991, según publicó la periodista K Gabriela Cerruti en el libro “El Pibe”.
Mauricio también tuvo complicaciones de salud. La última fue en junio, cuando debió hacerse un estudio cardiológico tras haber sentido un malestar en el pecho, producto de una arritmia. Aquel episodio derivó en que una semana después agregara dos nuevos doctores especializados en cardiología, Ramiro Santos y Christian Caroli, a la Unidad Médica Presidencial. En esa materia ya se habían nombrado a otros seis profesionales. En total, son 17 los médicos que cuidan al Presidente, cinco más de los que custodiaban la salud de Cristina Fernández de Kirchner.
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