★★★★ Lejos, muy lejos, la mejor ficción argentina del año, y una de las mejores de las últimas dos décadas. No porque sea “argentina” sino por todo lo contrario: no trata de ser vernácula sino de ser fiel a su universo, su historia y sus personajes. Un ex policía se infiltra en una cárcel para rescatar a la hija de un juez, secuestrada por una banda que opera desde ese lugar. Es un ajuste de cuentas y el mundo carcelario es mucho más complejo y ambiguo. Ahora bien: se construye una ficción con mucho suspenso, con elementos de acción que funcionan muy bien, con un equilibrio constante entre sordidez y humor (nunca estuvo mejor Gerardo Romano en la TV: su director Antín es un cerebro calculador detrás de la fachada “chanta” de un corrupto de manual) y algunos personajes de antología. No para, es puro suspenso, acción, aventura y romance. Lo que debería ser la mejor ficción, argentina o no.
por Leonardo D’Espósito
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