Una de las consultoras más certeras sobre la economía 2016, LCG, que fundó el embajador en Estados Unidos, Martín Lousteau, prevé que en 2017 la economía crezca 3%. El economista Agustín Bruno, de LCG, opina: "Habrá un rebote después de 2016, una recuperación del salario y una política fiscal más expansiva. Cumplir con la meta fiscal del 4,2% del PBI es muy difícil. Si en el 2016 de la luna de miel este Gobierno cuidadoso de la imagen tuvo dificultades para hacerlo, más las va a tener en un año electoral en que la oposición lo
va a correr con que hace ajuste. Cumplir la meta de déficit es difícil aunque eliminaras todos los subsidios a las tarifas, lo que es imposible en un año electoral. El gasto crece porque estructuralmente suben las jubilaciones y los envíos automáticos a provincias. Además, el presupuesto 2017 que hizo Prat-Gay subestimó el aumento de gastos como jubilaciones, salarios y subsidios a las tarifas. Solo habrá una microcirugía del gasto. Si cumplieran con la meta fiscal, la economía crecería 0,5 punto porcentual menos”, concluye Bruno, que predice inflación del 21%, suba de las remuneraciones del 26%, desempleo que se mantiene en el 9%, consumo incrementándose el 3,5%, inversión al 7% y un dólar a 18,50 pesos… hasta las elecciones.
El economista jefe de la Unión Industrial Argentina (UIA), Diego Coatz, admite que su pronóstico de crecimiento del 3% ha quedado “viejo”. Ahora habla de una banda entre el 1,5% y el 3%, dependiendo de Brasil, que va peor de lo previsto ante su continua crisis política; del empeoramiento del escenario internacional, de la recuperación del mercado interno y de que aplique una política de estímulo a la producción manufacturera mediante el compre nacional en el plan de obras públicas y el lanzamiento de créditos blandos. Esta opción ya fue rechazada por el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, de tensa relación con Prat-Gay y buenos lazos con Dujovne.
“El blanqueo es una buena noticia, pero el problema es la baja de la recaudación, no sólo hay que mirar el gasto. Porque si frenás el gasto, frenás la actividad y los ingresos fiscales. El Gobierno debe orientar los gastos sociales e inversión pública que movilice la inversión privada. Si se hace mal la redistribución del gasto, se va a demorar la recuperación”, advierte Coatz.
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