"El riesgo es la creación de una cultura oficial totalmente dependiente" y muy pobre, asegura el ministro de Cultura argentino en entrevista con DPA en Madrid, donde acompaña al presidente Mauricio Macri en una visita oficial a España con una fuerte carga cultural.
Pablo Avelluto participa de la Feria de Arte Contemporáneo ARCOmadrid, donde Argentina es este año el país invitado. Y hoy abre sus puertas en el recinto ferial Ifema, pero no será hasta mañana jueves cuando el propio Macri la inaugure oficialmente junto a los reyes Felipe y Letizia.
La invitación a la feria, que abre sus puertas hasta el domingo supone una oportunidad para que Argentina muestre sus propuestas en Madrid, con 12 galerías que participan en el programa invitado "Argentina Plataforma/ARCO", que se suman a un amplísimo programa cultural paralelo con decenas de exposiciones en toda la capital española.
Sin embargo, los gastos del espacio expositivo en los pabellones son motivo de polémica para Avelluto, cuestionado por la selección de galerías que se benefician del programa. Esto instaló en los últimos días el rumor sobre la posible salida de Avelluto del gabinete, algo que él desmientió rotundamente: "Tengo un excelente diálogo con el presidente, lo estoy acompañando en su visita de Estado y no hay nada de cierto en esos rumores. La política también se construye a partir de fantasmas y rumores", dijo el ministro de 51 años.
Uno de los aspectos más criticados ha sido que todas las galerías que expondrán en Madrid, elegidas por la comisaria Inés Katzenstein, llegan de la capital Buenos Aires, así como la mayoría de los artistas.
Avelluto reconoció que se debe corregir esa predominancia y trabajar "por un mayor equilibrio entre el mercado de Buenos Aires y las provincias", pero no comparte "que haya una sobrerrepresentación de artistas de la capital".
Avelluto aseguró que los costes totales reales se cifran en "1.150.000 euros, de los que sólo 150.000 corresponde a ARCO". El resto está destinado al programa cultural paralelo que Argentina ha organizado en Madrid, comisariado por Sonia Becce.
"Bien valía la pena ese esfuerzo en términos de posicionamiento del arte contemporáneo argentino en el mundo", defendió Avelluto, que habla de un "despliegue inédito en la historia de las artes visuales de Argentina: 150 artistas exponen en 16 instituciones en Madrid, además de obras de teatro, cine, literatura y música. Estamos haciendo lo correcto en términos de expansión".
Sin embargo, Avelluto se mostró cauto a la hora de hablar de subvenciones y abogó por estudiar cada situación de forma particular antes de tomar una decisión. "No creo en una cultura subvencionada al cien por cien, pero tampoco el Estado puede desentenderse del apoyo a creadores en unos casos y a emprendedores, sectores o industrias culturales en otros".
En ese sentido, arremetió contra el Gobierno anterior de Cristina Kirchner al que acusó de haber utilizado la cultura como herramienta partidaria. "La selección de los participantes en una feria internacional, como en la de Literatura de Fráncfort (de 2010), cuando Argentina fue el país invitado, se hizo en función de la proximidad o simpatía partidaria, y con gastos mucho más altos".
Uno de los objetivos de la participación en ARCOmadrid es lograr "mayor visibilidad de la escena artística argentina que contribuya a generar un mayor valor de mercado y conocimiento" .
"Los modos de comercialización de arte han cambiado desde los años 60 a esta parte. Y algunos cambios requieren modificaciones legislativas, así que estamos buscando el máximo consenso posible con los galeristas y los sectores vinculados a la comercialización", aseguró.
Y remarcó los esfuerzos del Ministerio para poner en marcha un programa de becas y residencias en otros países (como en España) de "artistas emergentes que estén en las primeras etapas de desarrollo de su trabajo y que serán seleccionados a través de un concurso público por el Fondo Nacional de las Artes".
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