L a renovación de Tracker hace foco en el diseño exterior (es nueva la trompa), muestra retoques en el estilo del habitáculo (cambian algunos comandos y la decoración), el tablero, (ahora, más completo y confiable), pero se destaca especialmente por la incorporación de avanzados sistemas de confort y seguridad. Las versiones más equipadas (LTZ+) incorporan dispositivos que hacen de este modelo uno de los más seguros del segmento. Podemos mencionar, entre otros, los asistentes de ángulo ciego, cambio involuntario de carril, tránsito trasero y de impacto frontal. Otra de las novedades destacadas es la incorporación del sistema de asistencia OnStar, gratis por un año, dispositivo que trabaja con señal de GPS y un chip telefónico mediante el cual, accionando un botón, el usuario se conecta con un centro de atención atendido por personal especialmente capacitado para resolver situaciones de todo tipo. Además, si el sistema detecta una emergencia (el despliegue de los airbags, por ejemplo) activa un protocolo especial avisando a la ambulancia y la policía.
El confort de marcha sigue siendo uno de sus fuertes, mientras que la habitabilidad tampoco ha cambiado (espacioso para cuatro). El baúl, con 306 litros de capacidad, continúa resultando pequeño.
Mantiene el motor naftero 1.8 de 140 CV conectado con una caja automática de seis velocidades (de reacción algo lenta) que lleva el par (18 kgm) hasta las cuatro ruedas a través de un sistema de tracción inteligente. Con él logra prestaciones correctas, aunque el consumo es elevado: en nuestras pruebas medimos un rendimiento promedio de 10,5 km/l.
La nueva oferta de este SUV en la Argentina se conforma por tres versiones, con la LTZ+, que aquí analizamos, en el tope de gama y que tiene un precio de 465.000 pesos, valor que la posiciona como una de las mejores opciones en su categoría; ninguno de sus rivales ofrece, por lo menos por hora, el nivel tecnológico de Tracker.
*Subeditor de Revista Parabrisas
por Walter Togneri
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