Peleas, insultos, amenazas, llanto, cancelación de shows y hasta una denuncia judicial. La última semana de Baby Etchecopar será una que seguramente quiera olvidar, aunque le resultará difícil dejarla atrás dada la magnitud de los problemas que él mismo se creó. “Él siempre fue confrontativo, polémico y de ir al límite, pero esta vez se lo llevó puesto el personaje”, explica un allegado al periodista sobre esta semana de furia.
Quienes conocen a Baby aseguran que cuando los ánimos se calman, el conductor recapacita sobre sus actos y se muestra arrepentido, sin embargo, explican que “tiene picos. A veces se sube a la motoneta y le da para adelante y se lleva todo puesto”. La actitud todoterreno de Etchecopar, esta vez, le valió no sólo peleas con colegas, sino que además tuvo una negativa repercusión en su trabajo: fue suspendido dos días en Radio 10 y tres de sus presentaciones teatrales fueron dadas de baja.
Grieta
El primer round –literal– que debió afrontar Baby fue contra su compañero de emisora, el también periodista Roberto Navarro. Piñas, insultos y acusaciones cruzadas originadas por la grieta. “Que olor a kirchnerista”, dijo Etchecopar cuando se encontró con el conductor ultra K y la respuesta a eso fue la agresión física. “Cuando Baby le dice eso, el otro (sic) fue y le pegó una trompada a la cara”, comenta un testigo presencial de la emisora del Grupo Indalo.
La primera reacción de Baby fue negar el hecho. “Nos cagamos a puteadas en los pasillos en joda y salieron en algunos medios a contarlo”, dijo. Sin embargo la aparición de un video del momento de la pelea dejó en offside al conductor quien no volvió a pronunciarse sobre el evento.
Pero además del video, la decisión de los directivos de Radio 10 también dejó en evidencia que no se trató de una simple discusión política acalorada. “Ambos fueron suspendidos durante dos días. Jueves 13 y viernes 14”, aseguran. Tanto Navarro como Etchecopar fueron convocados para hablar, por separado, con las autoridades para tratar de recomponer la situación. Etchecopar, quien ya había “bajado” de su pico de virulencia, se mostró “dispuesto a recomponer la relación, pero Navarro no quiso saber nada”, dicen desde la emisora.
Tras el escándalo pugilístico entre los dos periodistas, Baby siguió enfrentándose a colegas. En el piso del programa “Infama”, por América, Luis Ventura hablaba sobre el escándalo que se había suscitado en Radio 10 y un enfurecido Etchecopar pidió salir al aire para desmentir lo que se decía. “¿Qué te hacés el duro, Luis? Cagándole la vida a la gente”, dijo Baby, a lo que Ventura arremetió: “Yo no mato gente”. Desencajado Etchecopar disparó: “Vos no matás gente, pero abandonás hijos”. La entrevista se dio por concluida, pero Baby volvió a dejar en evidencia su alto estado de irritabilidad.
“Había bajado mucho su perfil, y ahora volvió con todo y a disparar para todos lados”, explica un allegado para quien “Baby cambió mucho después de la muerte de su señora, fue algo que lo sacó de eje y la situación de su hija lo único que hizo fue disparar todo”. María Paz, la hija menor del periodista, estaría atravesando un problema de salud, y según quienes lo conocen esta situación generaría la crispación de Etchecopar. “Le falta contención”, grafican.
Dichos
El lunes 17, Baby volvió a conducir los mediodías de Radio 10, sin embargo, una noticia lo sacaría de su eje nuevamente. Fue denunciado ante la Defensoría del Público por las declaraciones que realizó en su programa, en las que habló del crimen de Micaela García y, según la presentación judicial, justificó a su asesino. “Si tu hija de doce años sale mostrando las tetas y haciendo trompita, hay una provocación, porque no es casual que de golpe aparezcan tantos violadores. Yo veo una nena de 12 años y puede ser mi nieta, pero hay un degenerado que la ve como una mujer. No es casual que de golpe aparecen tantos violadores”, fueron los dichos de Etchecopar.
Pero la controvertida declaración, también generó otros problemas para el periodista. El rechazo fue tal que le suspendieron las funciones de su show “Jaque a la reina”, en el Teatro Municipal de Ituzaingó. También se levantaron las presentaciones en Santa Rosa, General Pico y Trenque Lauquen.
En su vuelta a la radio, Etchecopar se defendió, se justificó diciendo que lo habían sacado de contexto y acusó ser un perseguido. “Yo nunca dije ni diría que la mujer está buscando. ¿Cómo voy a decir semejante boludez? Dije a la nena de 12 años no hay que dejarla salir en pelotas a la calle porque siempre hay un degenerado”, comenzó escudándose el conductor antes de añadir que el responsable detrás de una campaña de desprestigio contra él era Martín Sabbatella, a quien sindicó como el cerebro detrás de las denuncias y los potenciales escraches en sus shows teatrales que llevaron a la cancelación de los mismos. Etchecopar terminó el extenso editorial entre lágrimas y con una extraña comparación: “Tal vez quieran silenciarme con una bala, como a Nisman”, aseguró.
En paralelo a su descargo radial, Baby comenzó a ver cómo Jorge Rial hablaba de sus declaraciones en su programa “Intrusos”. Esto desencadenó una nueva explosión. “Yo nunca llevé a pasear con putas por Europa a mis hijas. Conmigo no te metas. Si vos tenés vocación de cornudo, yo no”, comenzó la catarsis radial de Etchecopar mientras “Intrusos” ya estaba al aire. “Una cosa es a mí que mi mujer falleció y tengo a mis hijos alrededor y la otra cosa es que te echen de tu casa como un perro y terminar solo entre las piernas de un gato”, fue otras de las municiones gruesas que disparó contra Rial en un extenso monólogo. El conductor de “Intrusos” optó por no responder. “Hay límites, Baby, que tenés que tener. No voy a entrar a este juego de responderte porque sería rebajarme. Entiendo todo el dolor y sé que no sos mal tipo”, dijo Rial, tratando de poner paños fríos, pero Baby no aceptó la tregua y el martes 18 redobló la apuesta: “Yo no te tengo miedo. El resto sí porque te necesita, pero a mí me chupás un huevo”.
“Baby siempre fue al frente y cuando había cambiado su perfil, perdió mucha de la audiencia que siempre lo siguió y por eso volvió al personaje fuerte de siempre”, tratan de justificar. En menos de una semana, Etchecopar se peleó con varios colegas, lanzó declaraciones polémicas, le iniciaron una denuncia en su contra, cancelaron su espectáculo teatral, fue suspendido de la radio donde trabaja y se victimizó como un perseguido que podría ser asesinado. Demasiado para siete días.
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