El ex presidente de Brasil Lula Da Silva declaró esta tarde, ante el Juez Sergio Moro en la ciudad de Curitiva, en una causa de presunta corrupción, en donde se lo investiga para determinar si recibió pagos a cambio de favorecer a la empresa constructora OAS en licitaciones durante su gobierno.
De acuerdo a lo informado por la Fiscalía, se lo acusa de recibir alrededor de 1,1 millones de dólares en sobornos, que incluyen la entrega y reforma del apartamento de tres plantas en Guarujá y el almacenamiento de bienes personales del ex jefe de Estado durante cinco años.
Envuelto en su llegada al Juzgado, en un clima de alto contenido político, Lula fue escoltado por una caravana que lo alentaba con cánticos como “Soy militante, no militonto”, “Muere Moro”, “Fuera Temer”, “Lula 2018”, “Hasta la victoria, siempre”, “El Lava Jato es una farsa”, “Lula guerrero del pueblo brasileño”, entre otras.
Movimientos críticos al PT, llevaron un muñeco gigante con la apariencia del ex mandatario, vestido con un atuendo carcelario.
Lula alega que detrás de las denuncias en su contra hay un interés político y la intención de frenar su posible candidatura a las elecciones de 2018, en las que lidera todas las encuestas de intención de voto.
por Flavio Compte Topazio
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